Algunas personas sienten que viven historias repetidas una y otra vez o que fallan en lo que se proponen, y suelen echarle la culpa a la suerte. Pero esto no tiene que ver con la mala suerte, sino con un bloqueo emocional que viene de las propias raíces.
Para hacer frente a estas dificultades, Natalia Barrera creó el método Alquimia Femenina, “un viaje al interior para descubrir el problema y desactivarlo”, y poder transformar cualquier dificultad en una oportunidad.
“Hay algo en nosotros que atrae esas dificultades, y tiene que ver con nuestras programaciones ancestrales, las creencias y todo lo que nos inculcaron al inicio de nuestra vida”, explica Barrera.
“Lo primero que hay que entender es que programamos la mente a través del lenguaje y del pensamiento. Las personas tenemos una manera de codificar la realidad y brindar nuestro punto de vista desde nuestras palabras, que envían señales a todo el cuerpo y genera nuestra química emocional, nuestra energía”, describe.
“Estamos acostumbrados a hablar desde la carencia y la necesidad. Porque cuando somos niños, nuestros padres nos enseñan a través del 'no'. Aprendimos a decir lo que queremos a través de lo negativo, por lo que terminamos programándonos a partir de lo negativo”. Es por esto que si una persona que busca trabajo dice 'tiro currículums por todos lados y no encuentro', al utilizar la palabra 'tirar' le da una connotación negativa que significa 'descartar'”.
En este sentido, la frase “ten cuidado con lo que deseas” cobra un especial significado al resumir la Ley de Atracción, que asegura que todo aquello en lo que una persona concentra su atención es lo que atraerá una y otra vez. Pero aquello que atrae una persona no necesariamente será bueno.
"Esto se observa en todos los órdenes de la vida, cuando una mujer no logra encontrar a un hombre soltero porque desea 'una pareja', no concibe un hijo porque quiere 'estar embarazada' o no deja de generar deuda porque 'cobra y paga'", analiza.
Mami Albañil: una instagramer que derriba prejuicios y enseña a construir con sus propias manos
Según la especialista, la primera programación de la que las personas debemos librarnos para poder alcanzar nuestras propias metas es la familiar. “En la etimología, la palabra familia significa ‘grupo de esclavos’. Por eso la familia es una estructura de la cual nos tenemos que liberar, dejar de repetir lo familiar, porque es el pasado”, enfatiza.
Por ejemplo, ¿a qué mujer no le ha pasado criticar a su madre cuando era pequeña y luego de adulta verse convertida en ella? “Cuando tu mamá te decía 'ya vas a ver cuando tengas hijos', te programó para que te suceda. Porque somos biológicos, y tenemos el mismo patrón genealógico, entonces la historia se repite a través de generaciones”, precisa.
“Nuestra mente nos juega muchas malas pasadas y nos programa para no ser lo que queremos ser. Tenemos una relación con nosotros mismos basada en la desvalorización”, afirma.
En ese sentido, argumenta: “El cuerpo nunca es el que queremos y eso genera baja autoestima. Pero tampoco nos tenemos que conformar, porque ese es otro problema. La autoestima se basa en aprender a escucharnos y saber qué queremos, porque si nuestro cuerpo no es un reflejo de lo que nosotros queremos es porque hay una incongruencia. Por ejemplo, las personas que tienen sobrepeso y no pueden dejar de comer tienen un conflicto emocional que se canaliza a través de la comida”.
Lo mismo sucede con aquellos que no se animan a emprender porque su padre trabajó toda la vida en la misma empresa, “porque un trabajo fijo te da estabilidad, pero en realidad, ser empleado te pone un techo para toda la vida”.
Barrera asegura que la mayoría de la gente suele conformarse con la vida que le tocó, con un trabajo que no le gusta, en una casa que no le gusta, con el marido que no le gusta. “Y encima nos justificamos que es normal, y le echamos la culpa al tiempo o la costumbre”, repite.
Zumba: los beneficios de entrenar bailando
El origen de las enfermedades y de cualquier conflicto es emocional. “Incluso no tener dinero es una enfermedad porque nos repercute a nivel emocional”, precisa.
Cuando nuestra energía es negativa y programamos nuestra mente a través de las carencias, el cuerpo empieza a manifestar síntomas “y muchas veces se convierten en enfermedades, que vienen a ponerle un punto final a lo que nosotros no se lo ponemos”, advierte.
“La gente suele tener miedo de hacer cambios en su vida porque implica pérdidas y nos acostumbramos a retener cosas, no queremos perder nada. Pero mientras nos comemos la historia de que esta es la vida que queríamos cuando en realidad nos amoldamos a lo que nos tocó”, insiste.
Alquimia Femenina permite descubrir cuál es el problema y cómo desactivarlo. “En general la gente no sabe lo que quiere, pero sí lo que no quieren. El viaje empieza por vaciarnos de una realidad que repetimos diariamente por miedo a los cambios y descubrir cuáles son nuestros sueños y deseos”, describe.
La clave está en las palabras que usamos para expresar nuestros deseos. “Cuando la gente empieza a prestar atención en las palabras que utiliza, nota el cambio y deja de repetir las historias”, asegura.
A través de un taller grupal, Barrera brinda herramientas para aprender a gestionar estos cambios. También asesora de manera personal cuando hay trabas mayores. “El proceso inicia cuando se descubre el síntoma, y la persona tiene que desactivarlo pasando a la acción: cambiar algo, tomar una decisión”. De esta forma, las personas aprenden a gestionar sus emociones de manera coherente para vivir una vida más plena, sana y consciente.
Si bien la escuela está situada en Bahía Blanca, Barrera recorre el país y también realiza asesorías online.