Cuentan sus biógrafos y se puede comprobar investigando algo de su corta carrera, que Jimi Hendrix no solo fue el mejor guitarrista eléctrico que dio este planeta sino que también era un fanático de los estudios de grabación y que en esos sitios se sentía tan a gusto que podía pasarse días, y especialmente noches enteras, grabando y experimentado con nuevos sonidos. Tal vez sea ese el motivo por el cuál, entre remezclas, inéditos, compilados, grabaciones en vivo, etc., etc., se hayan publicado más discos póstumos que en sus jóvenes, furiosos y veloces 27 años de vida.
Quedémosnos entonces con ese gusto y por un rato obviemos el elemental (y entendible, ¿por qué no?) recurso de que se siga haciendo negocio aún a 43 años de su muerte (ocurrida el 18 de setiembre de 1970) para darle la bienvenida a People, Hell and Angels, el nuevo disco póstumo del moreno nacido en Seattle el 27 de noviembre de 1942, con doce canciones inéditas extraídas de ese archivo sonoro que sus herederos (en este caso su hermanastra Janie Hendrix, responsable máxima de su legado artístico) atesoran y cuidan con esmero con la ayuda de Eddie Kramer, viejo ingeniero de sonido de Jimi, y de John McDermott, un sabihondo de la vida de Hendrix.
Algunos datos puntuales antes de meternos en los temas: el álbum fue grabado entre 1968 y 1969 cuando Hendrix saboreaba las mieles del éxito de su disco Electric Ladyland y buscaba, en esas largas jornadas de experiencia religiosa en los estudios (el Record Plant, el Sound Center, el Hit Factory, todos de Nueva York y en su propio Electric Lady, de Alabama), lograr nuevos sonidos y sumar instrumentos a su música fuera de The Jimi Hendrix Experience. Por eso convocó a nuevos músicos, entre ellos y en especial a Billy Cox, en bajo y a Buddy Miles, en batería, con quienes formaría Band of Gypsys, además de agregarle metales, teclados, percusión, otras voces (la del saxofonista y cantante Lonnie Youngblood y la de Albert Allen) y hasta una guitarra rítmica (Larry Lee). 'El álbum confirma lo que siempre supimos y que su energía y su inspiración eran únicas y que su música permanecerá siempre', sostiene Janie, la curadora del legado de su hermanastro y cabeza visible del nuevo disco. Disco que contiene algunos cortes hasta ahora desconocidos como Somewhere, con Stephen Stills (de Buffalo Springfield) en bajo y Buddy Miles, en la batería; un pocker de canciones casi en estado embrionario y con la base de Band of Gypsys (Hear My Train A Comin', Bleeding Heart, Villanova Junction Blues y Earth Blues); algunas tomas desconocidas hasta ahora de Izabella y de Easy Blues y el funk que expulsa Let Me Move You, acompañado por seis músicos donde sobresale el saxo y la voz de Lonnie Youngblood y Mojo Man, en la que Jimi cede la voz al cantante Albert Allen. ¿Será el último?
A 43 años de su muerte y pasados meses de la fecha en que habría cumplido 70 años, Hendrix sigue vivo por el empuje de sus herederos y por su hermosa costumbre de grabar, grabar y grabar. People, Hell and Angels no es el primer álbum póstumo que lanza Experience Hendrix LLC y Legacy Recordings: antes estuvo Valleys Of Neptune, de 2010. Pero según los productores, éste será el último (...) que contenga material nuevo. 'En estas doce canciones está lo mejor de Hendrix y es un disco especial pues, después de este álbum de estudio, no habrá más', aseguró Kramer.
Cuesta creerle, por aquella costumbre de Jimi, por el negocio que representa y porque en siete años se cumplirán 50 de su muerte, motivo más que valedero para un nuevo disco del dios de la guitarra eléctrica.