Podrá decirse, y con razón, que Muse es lo más parecido a Queen que haya surgido desde que la banda de la reina dejó de existir. También que la música del trío británico tiene indisimulables guiños a Led Zeppelin y hasta hay quienes encuentran en la obra del cantante, pianista y guitarrista Matt Bellamy, el bajista y ahora cantante Chris Wolstenholme y el baterista Dominic Howard, guiños a INXS y a Depeche Mode.
Todo esto es tan cierto como que Muse es una banda original aunque parezca un contrasentido. Basta con una simple escucha de The 2nd Law, su sexta y flamante placa, para apreciar cómo se pueden aplicar las influencias sin que el producto huela a plagio y que el resultado final sea un disco atrapante, por momentos conmovedor y de un altísimo nivel musical, no muy común para los tiempos que vivimos.
Dentro de The 2nd Law hay rock clásico, electro-pop y rock sinfónico y todo suena a Muse. La voz de Bellamy, dueña de una ductilidad que le permite acercarse al tono de Freddy Mercury o alcanzar agudos como Robert Plant, es la luz que guía gran parte del disco (salvo dos canciones escritas -la balada pop “Save Me” y la experimental “Unsustainable”- cantadas por Wolstenholme) y que brilla tanto en los momentos más rockeros como cuando coquetean con la música tecno.
El disco abre bien al palo con “Supremacy” y un riff inicial que recuerda a “Kashmir”, de Lez Zeppelin y sigue con “Madness”, un tema electro-pop que hará historia en la carrera del trío, donde resulta imposible no asociar la voz de Bellamy con la del ex cantante de Queen. “Panic Station” es casi un tema bailable a lo INXS y “Prelude” una balada instrumental, hecha con piano, que actúa como anticipo de “Survival”, la joya del disco, el tema que fue elegido para sonar en los pasados Juegos Olímpicos.
El costado más rockero llega con “Animals”, con unos cautivantes arreglos de guitarras, y el pop con “Big Freeze”, donde se aprecia que también escucharon y mucho a U2. Antes de los dos cortes finales (“The 2nd Law: Unsustainable” y “The 2nd Law: Isolated System”) donde se ponen sinfónicos, experimentales y por momentos, caóticos, aparece “Explorer”, una bellísima balada que está entre los mejores temas de un álbum excelente e innovador, aunque varias cosas te suenen de algún lado.
Para entrar en calor El viejo truco de lanzar un compilado con los mejores éxitos de una banda aprovechando la estada de ésta en el país, se cumplió a medias en el caso de The Beach Boys Greatest Hits, simplemente porque la anunciada gira por Latinoamérica de los “cincuentenarios” muchachos playeros (debían tocar este domingo en el Luna Park) se postergó por ahora.
Claro que está el disco (ya no es doble como la edición de 1999) con 20 de los mejores éxitos del grupo californiano de surf rock y pop rock incluyendo como apertura That´s Why God Made The Radio, el corte que da nombre a su último trabajo de estudio (el primero que lanzaron con canciones nuevas en 20 años) donde se aprecia que el paso del tiempo fue cambiando a los miembros pero mantuvo la juventud en esas gargantas prodigiosas.
Aunque lo mejor del compilado está en ese puñado de clásicos grabados entre 1962 y 1966 como los inoxidables California Girls; Wouldn´t It Be Nice; Surfer Girl; Surfin´U.S.A.; I Get Around; Fun, Fun Fun; Help Me, Rhonda y God Only Knows (jovita incluida en el revolucionario Pet Sounds) entre otros, a los que ni la arena ni el agua salada pudieron quitarle el brillo de aquellos dorados años ´60.