laudio Villarruel, productor general junto a Bernarda Llorente, de la tira Caín & Abel que Telefé comenzará a emitir en las noches de setiembre, dijo que la intención del ciclo es “contar una historia con cierta singularidad y anclando el contexto en la realidad”. Pero, en el marco de una pantalla muy centrada en sí misma, separa los tantos y advierte que se le da una relevancia excesiva a la televisión.
Sobre la televisión argentina, mirada desde un lugar de menos responsabilidad que cuando era el gerente de Contenidos de Telefé, Villarruel dijo que “a la TV se le da un lugar muy preponderante en la agenda cotidiana, que yo creo, viéndolo desde afuera, no es tan así porque la gente tiene otras herramientas de información y entretenimiento”.
“A la televisión no hay que tomarla tan en serio. Hay temas más serios -subrayó- con los que plantar agenda en la vida de los argentinos”.
Segundo desafío
Luego de dejar la Gerencia de Contenidos de Telefé, la dupla Villarruel-Llorente formó la productora On TV cuya primera ficción es la telenovela Secretos de Amor que se ve por las tardes de la emisora.
Su segundo desafío será Caín & Abel, que tomará el lugar que hasta pocos días ocupó Botineras y que además de hacer foco en la lucha entre dos hermanos, pondrá el ojo en los negociados inmobiliarios y en el boom de las construcciones. Otro reto que ambos podrían encarar es la realización de la ficción Conurbano en la TV Pública.
Caín & Abel serán Agustín y Simón Vedia Muñiz y estarán encarados por Joaquín Furriel y Fabián Vena respectivamente, con Luis Brandoni como Eugenio, el duro patriarca que construyó ese emporio inmobiliario familiar.
Los roles centrales del elenco los asumen Vanesa González, Mercedes Oviedo y Julieta Cardinali, mientras que el director es Miguel Colom (quien estuvo al frente de Montecristo y Vidas Robadas), el guión lo escribieron Guillermo Salmerón y Rodolfo Cella y la música de Libros Sapienciales, de Vox Dei, cuenta con versión de Andrés Calamaro.
Sobre los hermanos Vedia Muñiz, Villarruel precisó que “con matices entre ellos, van a ser víctimas de un padre muy poderoso; mientras el personaje de Vena busca ser querido por su padre y seguir los mandatos familiares, el de Joaquín es el hijo más independiente y es la debilidad del padre porque se insubordina”.
Sobre la elección de Brandoni, indicó que “Beto hace mucho que no está en la TV y está bueno que él, con su experiencia, haga de un `pater familiae` manipulador de sus hijos, con el único objetivo de enriquecerse a costa de lo que sea”.
Luego de sucedida la tragedia de Villa Urquiza, donde el 9 de este mes se derrumbó un gimnasio y murieron tres personas, Villarruel advirtió que la temática de su nueva creación se centraría en el boom inmobiliario que vive Buenos Aires.
“Lavan plata en todo el mundo”
El ex gerente de Telefé explicó que “hay un boom inmobiliario en todo el mundo, financiado por la mafia rusa, también por el narcotráfico. Ves cómo se levantan edificios en poco tiempo y hoteles gigantescos que están vacíos, pero que cuando les piden el balance dan ganancias. Y uno piensa que están lavando plata”.
Al igual que Vidas Robadas abordó el drama de la trata de personas, aquí se apuntará a las construcciones, “porque siempre tratamos de anclar el contexto de la tira en un negociado o escándalo de la realidad”.
Mientras que Llorente añadió que “la idea es aportar desde las ficciones la posibilidad de debatir temáticas que tienen que ver con negociados y corrupción”.
“Ojalá se logren cosas a nivel social, que se controlen las construcciones y las obras. Estos son temas que suceden todos los días y no aparecen en los grandes medios, entonces la telenovela puede servir mucho para generar que la gente pregunte y los medios se ocupen”, retomó Villarruel.
“Lo que pasa es que nuestra apuesta es a la singularidad en un producto, el manual del culebrón es extenso e inexacto, por eso lo que funciona es la singularidad en la historia que se cuenta”, agregó.
En este marco destacó a Malparida, ya que consideró que “lo que tiene de singular es una heroína que es a su vez una antihéroe y ahí está la singularidad, más allá del contenido social o no”.
“Nosotros buscamos mostrar una singularidad, en que pueden traducirse las conductas humanas frente al poder y la línea divisoria entre el bien y el mal. Buscamos la singularidad en la narración, no sólo en el argumento sino en la forma del relato”, amplió.
En la misma sintonía, Llorente señaló que “Caín & Abel toca las fibras universales, tiene que ver con todas las pasiones humanas frente a los desafíos de la modernidad. Es toda una idea que surgió de las relecturas de temas bíblicos, de los filósofos modernos”.