Centenares de seguidores de Gilda la Milagrosa, como dan en llamar a la cantante bailantera trágicamente malograda en un terrible accidente vial ocurrido hace casi 17 años en la Ruta Nacional 12, en Entre Ríos, y a quien le atribuyen a la que fuera la estrella rutilante de la movida tropical, una amplia serie de manifestaciones sobrenaturales que abrieron la puerta a curaciones realmente sorprendentes que linda con el milagro.
Los fans de quien en la vida real fue Miriam Bianchi, una maestra jardinera que un día descubrió que podía ser exitosa en el plano musical, consideran que Santa Gilda, como también la denominan, es capaz de cumplir sus pedidos relacionados a la salud, el trabajo o la concreción de sueños postergados.Uno de los hechos increíbles relacionados con ese tipo de revelaciones tuvo lugar hace cerca de un año cuando una mujer fanática de Gilda le pidió por la salud de su hijo, un adolescente afectado de un grave cuadro de diabetes que poco tiempo después logró sortear los efectos de la enfermedad.
"Sin duda el caso de Silvia Coimbra es el más reciente", afirmó a MAS ALLA DEL MISTERIO Gastón Alarcón, presidente del Club de Fans 'Gilda, un amor verdadero', para quien el chico de esa historia "se curó de la noche a la mañana" de la severa afección que sufría.Por otro lado Alarcón apuntó que Coimbra, que también es cantante tropical de sorprendente parecido físico con Gilda, "suele sentir la presencia espiritual" de la inolvidable intérprete de "Fuiste", como ocurre con otras seguidoras de la artista que murió el 7 de setiembre de 1996.
¿Curaba cuando estaba viva?
Según señaló Alarcón, episodios de perfil milagroso atribuidos a la intervención de Gilda "vienen dándose desde ya hace varios años" al punto que muchos de esos seguidores, remarcó, "guardaron a la cantante y hacen foco ahora en la presencia milagrosa".Quienes creen en estos atributos sobrenaturales se apoyan, además, en una razón de fuste: aun en vida a Gilda sus fanáticos le adjudicaban ser dueña de poderes sanadores, consideración de la cual la cantante renegaba. Sin embargo, sus actuaciones terminaban habitualmente con gente al pié del escenario que le pedían su intervención para superar algún dolor o angustia.
Ese costado de la estrella bailantera cobró enorme dimensión tras su muerte, ya que el santuario montado en el kilómetro 129 de la Ruta 12, sitio donde tuvo lugar el trágico accidente que le costó la vida, se convirtió en epicentro de devoción popular al que acuden los seguidor en procura del alivio que les puede ofrecer a quien consideran una santa.Lo propio ocurre en el cementerio porteño de la Chacarita, más exactamente frente al nicho 3635 de la galería 24, donde también se expresa la veneración por Gilda, la Milagrosa.
Trabajo, sueños y amor
Para Gastón Alarcón los seguidores suelen pedirle a Gilda que les dé una mano para afrontar un determinado problema de salud o para encontrar un trabajo que no aparece y hasta para ver cumplido un objetivo difícil de concretar. En un cuarto lugar, bastante alejado de los otros tres, puntualiza Alarcón, se encuentran los pedidos relacionados con las cuestiones del corazón. "No por nada al santuario del kilómetro 129 lo llaman el de los milagros", destacó Alarcón, que puso de manifiesto que los episodios extraordinarios relacionados con Gilda empezaron a cobrar notoriedad muy poco tiempo después de la muerte de la cantante.
Eso no significa que ese santuario y el nicho donde están sepultados sus restos sean los únicos lugares donde los fans le ruegan a Gilda. "Con pedirle mientras se escucha un tema de ella o ante una foto suya alcanza", remarcó Alarcón para quien a su modo de ver y con el tiempo que lleva la veneración por Gilda por parte de propios y ajenos, éste ha ido en marcado aumento en los últimos años.
Respecto a los dones que también le reconocían en vida a Miriam Bianchi, Alarcón apuntó que "solían darse situaciones increíbles con fanáticos que le pedían al pié del escenario que Gilda les tocara la cabeza para que los curara y hasta le levantaban a chiquitos para que les bajara la fiebre".Pero no todos eran pedidos para lograr alivio, también estaban quienes iban a agradecerle, aclaró el presidente del club de fans, por haberlos curado.Lo cierto es que la estrella de la cantante de vos y figura angelical que cautivó a su público hoy brilla desde otro plano, el que impacta en los seguidores que encuentran en Santa Gilda otros atributos más profundos e intensos que ratifican una de sus últimas letras.
Porque como lo cantó Gilda, evidentemente aquel 7 de setiembre de 1996 no fue su despedida,. sino el comienzo de una nueva y sobrenatural relación entre ella y sus seguidores.i
Hechos increíbles y un éxito arrollador
Gastón Alarcón relató que dos años antes del accidente que tronchó la vida de la creadora de Pasito a Pasito y Corazón Valiente, una presentación de Gilda en un club del Conurbano bonaerense incluyó una situación inesperada. "Gilda acababa de cerrar el show con la interpretación de Baila Esta Cumbia y una nena, acompañada de una mujer mayor, la miraba llorando", recordó Alarcón. Al salir para subirse al micro, la mujer y la chiquita siguieron al grupo y pidieron hablar con Gilda, que atendió a las dos con su habitual calidez. Así la señora le contó que la madre de la nena había salvado su vida milagrosamente tras un intento de suicidio. Pero el detalle fue que la mujer contó que la niña, cuando su madre se debatía entre la vida y la muerte, le pasaba permanentemente la canción Baila Esta Cumbia a la que le atribuía la curación.
"Era una mujer creyente que tenía premoniciones"
Gastón Alarcón recordó que Gilda -cuyo verdadero nombre era Miriam Bianchi- "era persona muy creyente que solía tirar las cartas a quienes se lo pedía, algo que - apuntó- muy pocos saben, y que además solía tener ciertos episodios de premoniciones o anticipos de cosas que al tiempo sucedían". En ese sentido, dijo que la ligazón que mantiene con Gilda "también es sorprendente" porque, afirmó, "no pasa un día de mi vida en que canciones y imágenes de ella aparezcan como por casualidad vaya por donde vaya".