Seguridad. Una de las cosas que más preocupan en nuestra sociedad. No solamente contra los robos, o muertes, sino también contra la violencia, el patoterismo, la intimidación.
En el caso del boxeo, donde ocurren pocos hechos de violencia y desmanes –mucho menos que en el fútbol, por ejemplo- la proximidad de la gente en un estadio, la estrechez de su reducto a veces, y la franqueza del “objetivo” (ring y aledaños), hace que los riesgos aumenten, y que sus consecuencias puedan tener una gravedad insospechada, en especial contra los actores de turno, que incluye a púgiles (y ayudantes), autoridades y periodistas.
No da para subestimar. La intolerancia y la falta de respeto crecientes en nuestro país, predilectamente hacia la libertad de expresión -que cuando es hacia un comunicador potencia su gravedad-, se transforman en violencia de un segundo a otro sin aviso previo, ni medir consecuencias.
No por nada el reglamento de la FAB contempla expresamente este tema en dos de sus artículos, el 03.01 y el 05.01, que sería bueno que repasemos:
ART. 03 DEL LOCAL DE ESPECTACULOS
03.01 TODO LOCAL DESTINADO O QUE CIRCUNSTANCIALMENTE SE DESTINE A ESPECTACULOS PUBLICOS DE BOXEO PROFESIONAL, PODRA SER PREVIAMENTE INSPECCIONADO, SEGÚN LO DETERMINE LA FAB O LA AUTORIDAD DE CONTRALOR Y PARA APROBARLO DEBERA PRESENTAR LOS REQUISITOS MINIMOS INDISPENSABLES, REFERENTES A COMODIDAD Y SEGURIDAD DE TODOS LOS QUE DE UNA MANERA U OTRA, PARTICIPEN EN EL EVENTO, INCLUYENDO AL ESPECTADOR.
ART. 05 DEL CUADRILATERO DE AUTORIDADES
05.01 EN TORNO AL RING HABRA UN ESPACIO DESTINADO A LAS AUTORIDADES DEL ESPECTACULO Y A QUIENES TENGAN PARTICIPACION EN EL MISMO. EL LUGAR DEBERA SER DEMARCADO, PUDIENDO AISLARSE DEL PUBLICO POR MEDIO DE UNA CERCA U OTRA FORMA, A FIN DE IMPEDIR EL ACCESO DE PERSONAS NO AUTORIZADAS. SOLO SE ADMITIRA EL INGRESO A AQUELLOS QUE DETERMINE LA AUTORIDAD DEPORTIVA DEL EVENTO, ACORDE CON LAS NORMAS ESTABLECIDAS EN ESTE REGLAMENTO, SIN DEJAR DE TENER EN CUENTA A:
Avergüenza decirlo, pero el último sábado, en ocasión de la pelea Luis Verón y Marcelo Bzowski –que empataron en pésimo fallo, ya que Verón había sido el dominador-, ocurrida en el estadio de la FAB, nada de esto se tuvo en cuenta.
La colega Silvana Carsetti, de TyC Sports, al finalizar el combate, cuando estaba retirándose por un lugar restringido al público, sufrió insultos y agravios por parte de alguien que los presentes identifican como del equipo de Verón –ya estaría identificado con nombre y apellido-, que tal vez pensó que Carsetti tuvo algo que ver en el fallo, como si los periodistas fuéramos los responsables.
No era parte del público. Tenía la camiseta del sponsor de Verón, estaba en la esquina de Verón –antirreglamentariamente, porque según se afirma, no posee licencia habilitante-, gritaba a favor de Verón, insultaba contra Dios y María Santísima en favor de Verón, y siempre anda con el nutrido grupo de Verón.
Y si ladra como perro, tiene cola de perro, cabeza de perro, y patas de perro, es perro.
Sea por negligencia del promotor de turno (que es quien debe responder por tales falencias), o por los contralores de la misma FAB, que son quienes deben velar por que se cumpla el reglamento, la cosa falló de la peor manera, y no es la primera vez, incluso con la misma empresa promotora “Argentina Boxing Promotions”. (NdeR: recordar el día de la sentada del pelado Silva contra Alberto Sicurella).
La FAB asegura que había Seguridad privada. Si la había, no se notó, o no actuó, pero sería mucho mejor que no sea privada, sino que se identifique el uniforme y la presencia, para disuadir desde el vamos cualquier intento de agresión de parte de quien sea.
La Seguridad y la Policía, deben estar para prevenir conflictos, no para resolverlos. Si se producen es porque algo falló.
Eso sí, a los periodistas sí nos controlan. Desde esa misma organización se piden estos requisitos para poder acreditarse:
ACREDITACIONES DE PRENSA
Todos aquellos miembros de la prensa que deseen ser acreditados para cubrir el evento, deberán enviar un correo electrónico indicado en el asunto “Solicitud de acreditación Verón-Bzowski”.
El correo deberá ser enviado de una casilla correspondiente al medio en cuestión, o bien carta certificada del medio.
En la solicitud deberán incluir los siguientes datos:
- Nombre completo
- Número de DNI
- Medio
- Programa (en caso de ser radio o televisión)
- Rol que desempeña en el medio (cronista, fotógrafo, etc.).
***** El simple hecho de haber enviado la solicitud NO significa que sea acreditado. Todos aquellos miembros de los medios que sean acreditados, recibirán una respuesta afirmativa por la misma vía.
Curiosamente, a este hombre en cuestión, no lo conoce nadie de esta organización que tantos requisitos pide a los periodistas.
Este hombre –según cuentan los presentes-, de actitud patotera, estuvo todo el combate entre Verón y Bzowski vociferando, deambulando, presionando –incluso a los jueces- como si fuera el amo del lugar.
Nadie lo sacó, ni lo advirtió. ¿Es tarea de un dirigente? ¿Debe alguien salirse de su rol, armarse de coraje, encarar a un inadaptado que está en su salsa, y sin autoridad alguna tener la personalidad de ponerlo en caja jugándose el pellejo, y corriendo el riesgo de que pase a mayores?
Hoy fue Silvana Carsetti, que lo tuvo que enfrentar sola. Mañana puede ser un miembro del jurado, cuya tarjeta le desagrade. Incluso presionarle su libre e imparcial trabajo, porque esa fue la raíz de sus maleducadas actitudes. Y a Silvana la tenía en la mira por peleas pasadas y fallos que no le gustaron de la colega. El juez es él.
Y conste que no mezclamos ningún tema de violencia de género. La violencia es violencia, contra quien sea, porque somos todos iguales ante la ley, y tenemos los mismos derechos hombres y mujeres. Al menos, eso dice nuestra Constitución.
La libertad de prensa, de expresión, de opinión, y el respeto por el prójimo en una democracia, no tiene género. No obstante, que sea contra una mujer, exaspera, tal vez –paradójicamente- por machismo.
Y una cosa más: Carsetti en su tarjeta personal tenía ganador a Verón.
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