El sueño de Aldosivi por seguir prendido bien arriba se detuvo en Liniers, donde se encontró con un Vélez en crecimiento, que lo superó con claridad, 2 a 0, para meterse en zona de Copa Sudamericana. El equipo de Heinze mostró de a ratos muy buen juego y lo definió en la red con un golazo de Matías Vargas y un cabezazo formidable de Rodrigo Salinas.
A los dos les costó acomodarse al partido. Demasiado estudio y poca acción para una primera media hora donde se prestaron la pelota y no generaron nada. Pero a partir de un centro rasante de Castillón que Stracqualursi no alcanzó a empalmar bien, Vélez reaccionó y comenzó a adueñarse del trámite.
Creció en su trabajo Domínguez, también Robertone, buscó bien por los extremos con Bouzat y Vargas, y de ese modo empezó a abrir una defensa que hasta ese momento parecía ordenada, como la de Aldosivi.
Así lo tuvo Robertone entrando por sorpresa por el medio del área, luego fue por un pase del propio volante que Gastón Díaz obligó a la tapada de Luciano Pocrnjic, y como para rematar esa superioridad local que lo puso cerca del gol, Rodrigo Salinas metió un cabezazo bárbaro a la salida de un corner que se fue acariciando el palo derecho.
El arranque del complemento no cambió demasiado, con un Vélez protagonista, que pese a que perdió rápidamente a Robertone por lesión, encontró en el juvenil Thiago Almada mayor frescura, con audacia y gambeta.
Decidido a atacar, el local empezó a tener intérpretes destacados, ya que junto al pibe de Fuerte Apache crecieron en su juego Vargas, Bouzat y Salinas, que triangularon varias veces con peligro. Y fue así que tras una jugada individual de Bouzat, la pelota derivó a la izquierda para Vargas, que luego de sacarse de encima a Iñiguez sacó un derechazo cruzado que se metió contra el palo izquierdo de Pocrnjic. Golazo y justicia para el que había hecho mejor las cosas.
Aldosivi no tuvo respuesta y desde allí fue un monólogo de Vélez, que definió la historia por un tiro libre de Almada para la cabeza de Salinas, que esta vez no falló y la clavó en el ángulo superior derecho del arco del Tiburón.