Nuevas observaciones del cosmos realzan el estudio de una estrella candidata a albergar colosales estructuras artificiales en su órbita. ¿Es la primera prueba de existencia alienígena?

En 1960, el físico Freeman Dyson propuso una megaestructura hipotética mediante la cual, una civilización alienígena avanzada podría aprovechar al máximo la energía emitida por una estrella. Se le conoce como "esfera de Dyson" y básicamente consistiría en construir un "óvolo" colosal que cubriera no sólo a su estrella, sino también al sistema planetario que la orbitase.

Desde la lejanía, una estrella encapsulada en una esfera de este tipo no sería visible, aunque la propia esfera emitiría radiación infrarroja. Aunque parezca mentira, en estos momentos una estrella lejana llamada KIC 8462852 está siendo estudiada como candidata a albergar colosales estructuras artificiales en su órbita. ¿Será esta la primera prueba de la existencia de alienígenas?

Pero empecemos por el principio. Los cazadores de exoplanetas usan un método llamado de tránsito, para detectar la presencia de planetas orbitando alrededor de estrellas lejanas. No podemos ver directamente esos planetas, pero sabemos que están ahí porque cuando pasan entre su disco solar y nuestros telescopios, atenúan levemente la luz estelar. Midiendo el tiempo que transcurre entre cada una de esas minoraciones lumínicas, los astrónomos infieren el tiempo que el candidato a planeta tarda en completar una órbita entera. Ya que no podemos verlos directamente, porque la luz de su cercana estrella madre nos ciega "tapando" el brillo del planeta, este método ha permitido que la cuenta de exoplanetas siga creciendo.

Los tiempos de tránsito siguen un patrón cíclico, ya que como sabemos, cada planeta tarda siempre lo mismo en completar una órbita. Hasta ahora siempre había sido así, los tránsitos se repetían indicando el período orbital de cada nuevo exoplaneta descubierto. ¿Pero entonces qué hay allí. Extraterrestres? A ciencia cierta, no se sabe, pero lo cierto es que los científicos prosiguen estudiando otras posibilidades más "normales", como la probable presencia de un grupo de exocometas que se acercaron demasiado a la estrella, rompiéndose y dejando en el proceso enormes nubes de polvo y gas. Sin embargo, el investigador Jason Wright, de la Universidad Estatal de Pensilvania, ha abierto el abanico a la posible presencia de extraterrestres muy avanzados, capaces de crear megaestructuras colosales, si bien el propio Wright reconoce que ésta "debe ser siempre la última hipótesis a considerar".


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