Fiorella, junto a Acha de Mar del Plata, ganó el pasaje en la sede de Quilmes, mientras que Micaela selló su clasificación de la mano de El Rejunte en la zona que se disputó en Rosario. El domingo irán por la gloria.
D espués de un inicio de competencia a puro ritmo, que tuvo a Quilmes como escenario principal, se asoma la final del circuito de handball de playa, que contará con presencia de la región, ya que saltarán a la arena las mellizas Fiorella y Micaela Corimberto, damas de Mariano Acosta que se verán las caras el domingo cuando se alisten en los equipos Acha y El Rejunte, respectivamente.
Para la campeona olímpica de la juventud con la Selección Argentina, que tuvo participación con su elenco, oriundo de Mar del Plata, en el polideportivo Reinaldo Gorno, a metros del Estadio Centenario, la experiencia en la zona “fue hermosa”.
Por su parte, su hermana valoró lo que significó su estadía en Rosario, donde se afrontó otro capítulo de la ronda inicial. Allí formó parte de un combinado que se alzó en el podio y que sueña con la gloria en Capital Federal.
¿Cuál fue su sensación tras la actuación en Santa Fe? “Fue divertido el evento, y cada partido se jugó como una final. Y mucho más importante es ver cómo el beach handball está creciendo, porque vinieron chicas que nunca antes habían disputado uno en la arena”, señaló en diálogo con El Quilmeño.
Ahora el calendario les brindará la chance de medirse entre ambas. ¿Cómo lo viven? Fiorella afirmó lo siguiente: “Siempre solemos competir juntas, así que ahora será raro verla del otro lado. A ella le pasa lo mismo”.
Micaela, en tanto, le puso pimienta al encuentro y resaltó: “Vamos a enfrentarnos a cara de perro, aunque seamos hermanas”.
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