El derrumbe es en comparación con el mismo período del año pasado. Qué razón hay detrás de la baja y la palabra de los productores. El futuro de esta actividad.
Las luces de alerta se encendieron en el sector de la yerba mate. Durante el primer trimestre de este año, la producción mostró una caída superior al 50% respecto al mismo período de 2024, lo que significó un mínimo histórico para el rubro. La crisis de esta economía regional empezó a sentirse con fuerza en Misiones y Corrientes, donde se concentra la mayor parte del cultivo.
El desplome de la producción quedó registrado en los últimos datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). En marzo pasado, ingresaron 31.394.469 kilogramos de hoja verde a establecimiento de secanza. La cifra resultó muy inferior en comparación de los 80.606.849 kilos del mismo mes del año pasado. Y la baja se anotó aún más al analizar las cifras a nivel trimestral: entre enero y marzo de 2024, entraron 135.544.067 kg. de hoja verde y en igual período de este año, 65.018.623. Un derrumbe preocupante.
La razón de este panorama es clara: el precio que reciben los productores por la hoja verde no cubre los costos operativos. "En general, les están pagando alrededor de 240 pesos el kilo. Y en el mejor de los casos, el número llega a $300. Con esos valores no hay manera de que les cierren las cuentas", explicó Guido Bambini, investigador del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), al ser consultado por Popular.
El escenario empeora, debido a las condiciones de pago que plantean los compradores, las cuales se concretan con plazos de 60 a 90 días, o hasta en 12 cuotas sin interés. El deterioro de los ingresos llevó a que el sector congelara la discusión paritaria de los obreros rurales, ya que no hay forma de pagar un aumento salarial para los tareferos, y paralizó también el entramado social y comercial de las localidades yerbateras.
"Esto es consecuencia del modelo de gobierno y el DNU 70/2023. Las industrias tienen hoy la potestad de marcar el camino y nos perjudican. Bajaron el precio de la hoja verde y no se están cubriendo ni los costos operativos", señaló esta semana Jorge Scripzuk, productor yerbatero de la localidad misionera de Aristóbulo del Valle, a una radio local.
En concreto, el decreto dictado por Javier Milei desreguló el sector y dejó sin efecto la facultad del INYM para fijar los precios de referencia de la hoja verde y la yerba canchada. La Justicia suspendió la aplicación de la medida, pero el Ejecutivo mantuvo acéfala la presidencia del instituto, lo que frena la implementación de precios mínimos en el rubro.
Por la baja en los valores de la materia prima y las dificultades para afrontar los costos operativos, los productores pusieron en marcha una serie de reclamos. Así las cosas, realizaron un paro de cuatro meses durante la zafriña (cosecha de verano) y organizaron acampes en las rutas de Misiones. A principios de marzo, la necesidad de generar ingresos para subsistir llevó a una parte de ellos a iniciar la cosecha gruesa.
"Ya no teníamos más plata para aguantar y aceptamos la mejora que ofrecieron algunos secaderos, pero todavía no alcanza, porque pedimos un precio de $390. Estamos pagando carísimos los insumos, la energía eléctrica y el combustible", comentó Jonás Peterson, referente de los productores de la localidad misionera de Andresito, en diálogo con Popular. "Cuando comenzaron las clases, algunos no tenían plata para comprarles los útiles a sus hijos. Todo se puso difícil", describió en tono preocupado.
Para forzar a la industria yerbatera a subir el precio de la materia prima y que no se genere un sobrestock, los productores recurrieron a la estrategia de "cosecha por goteo". ¿En qué consiste? En cortar la hoja verde en la medida justa y necesaria para la subsistencia del productor y evitar la convalidación de precios que no se adaptan a los reclamos. "Si antes cosechaban 5.000 kilos por día, hoy levantan sólo 2.000", indicó Scripzuk.
A futuro, las perspectivas asoman tensas y preocupantes para el sector. "El Gobierno no quiere que funcionen los acuerdos de precios. De hecho, algunos funcionarios del INYM estuvieron hace unas semanas en Buenos Aires, donde se reunieron autoridades de la Secretaría de Agricultura, y el mensaje desde el Ejecutivo fue que los productores yerbateros tenían que reconvertirse. Para ese eslabón de la cadena, el futuro es muy malo", pronosticó Bambini.
Scripzuk, en tanto, describió algunos de los daños colaterales generados por la desregulación y la caída en el precio de la hoja verde. "Hay lugares donde se van viendo cartelitos de venta de chacras. La situación es desesperante y con esto volvemos al 2000 y 2001, donde pasaba algo similar”.
"Esto colapsará en algún momento. Van a tener que mejorar el precio, o los productores están decididos a no cosechar", aseveró Scripzuk. Y concluyó: "Muchos quieren salir a la ruta. Hay bronca e impotencia. Quieren salir a cortar hasta la circulación de la yerba canchada".
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