El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró este martes las proyecciones de crecimiento para la economía argentina. La actualización del informe "Perspectivas Económicas Globales" dado a conocer este martes en la sede de Washington, prevé que el Producto Bruto Interno (PBI) de nuestro país crecerá un 3% en 2022 y un 2,5% en 2023.
Esto supone una mejora de 0,5% tanto para este año como para el próximo, en relación a las estimaciones que el mismo FMI realizara en su informe de octubre.
En medio de la negociaciones por la deuda que la Argentina mantiene con el organismo, esta variación positiva es tomada como un aliciente por los especialistas habida cuenta que en las últimas semanas se había tensado la relación entre ambas partes.
No obstante la mejora en las perspectivas por parte del Fondo, el 3% proyectado para el actual período se ubica por debajo de los 4 puntos que proyectó el Ministerio de Economía a cargo de Martín Guzmán, quien encabeza las gestiones en Washington.
Argentina, según el nuevo informe del FMI, mejoró sus proyecciones en un contexto más complicado para los países emergentes, que el que había en octubre pasado.
Según el organismo, la economía latinoamericana crecerá este año un 2,4%, es decir un 0,6% menos que su estimación de octubre. Esto se da ante las menores expectativas de expansión en sus principales economías (Brasil y México), y en plena lucha contra la elevada inflación.
Según la actualización publicada en "Perspectivas Económicas Globales", el crecimiento en Brasil será de tan sólo 0,3% este año, 1,2 puntos menos de lo calculado en octubre; mientras que en México será del 2,8%, también 1,2 puntos por debajo de lo esperado.
En ambos casos, apuntó el Fondo, la reducción en los pronósticos se debe "a que la lucha contra la inflación ha provocado una fuerte respuesta monetaria, que pesará sobre la demanda doméstica". A lo de México, asimismo, también contribuye la rebaja en las perspectivas económicas de Estados Unidos, que implicarán una demanda "más débil" de exportaciones mexicanas.
Se detalla que a raíz de las complicaciones que trajo la nueva variante Ómicron del Covid-19, "las perturbaciones han resultado en una inflación más alta y generalizada de lo previsto, especialmente en Estados Unidos y muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo".
A la vez, el informe subraya que existe "una reducción en curso del sector inmobiliario de China y una recuperación del consumo privado más lenta de lo esperado? con perspectivas de crecimiento limitadas", completó.
De esta forma, "se espera que el crecimiento mundial se modere del 5,9% en 2021 al 4,4% en 2022, medio punto porcentual más bajo para 2022, que en la edición de octubre, lo que refleja en gran medida el pronóstico rebajas en las dos economías más grandes".