Ya pasaron algunas horas de su encuentro con Flor De la V, que igual exhibe Isha Escribano a sus 293 mil seguidores de Instagram. "Fue un honor haber compartido el encuentro con Flor. La vida me está arrimando a un montón de gente preciosa", confía a Diario Popular. Inmediatamente después confirma su estadía por Buenos Aires. "Pensaba en un par de meses a presentar mi libro, y terminé quedándome un año y medio, es que el amor que recibo es tan grande que me atrajo. Como la fuerza de gravedad", asume quien luego de sus charlas no descarta volver a Estados Unidos por un tiempo.
Escribano alterna sus historias en redes con sus presentaciones. La música, especialista en psicoterapias, instructora de yoga y periodista, espera su sexta exposición del próximo martes 10 a las 20 en el teatro Border (Godoy Cruz, 1838 CABA), su vivencia con ‘¿Qué guardás en la mochila?’, resulta un intercambio, que suena sanador.
"La gente devuelve mucho amor", enumera, "inspiración, agradecimiento, abrazos. La devolución de la gente es algo bellísimo y eso también le da sentido a mi vida, destaca.
A sala llena, Isha se anima a "Celebrar la vida entre reflexiones y música. Un regalo hermosísimo que me hago y nos hacemos para la gente que va", asegura. Consultada sobre la noción de "odiadores", vigente dentro y fuera de las redes sociales, la entrevistada hace una salvedad. "Por supuesto no quiero negar la realidad, este es un momento complejo del país pero si mirás atrás, antes de la democracia también era difícil. Lo mismo durante estos 40 años de valles, picos y desniveles. No digo que sea un momento simple. Pero si vos mirás la historia de la humanidad, ¿cuándo lo fue? Cuando estudias las cosas a las que recurrís, por ejemplo en mi caso, el camino del yoga, meditar o de qué manera alimentarme, empezas a entender", describe y amplía: "Todo lo que hay es ahora. Si yo no puedo aceptar esta realidad, tal cual es, voy a sufrir. La no aceptación de lo que es, la no aceptación de cómo soy, de lo que se hace aquí y ahora, es sinónimo de sufrimiento y de no paz mental".
Isha admite los múltiples roles que fue tomando y encarando en su recorrido, pero no cree que sea exclusivo de ella. Y lo deja en claro, en cada charla. "Que cada persona sepa y tenga la convicción de que es única y tiene algo precioso para dar. Nunca es tarde reconocer nuestros talentos para que despierten y broten como una flor". Por supuesto que con los pies en la tierra. "Venimos al mundo a dar, un día este cuerpito me va a dejar y a vos también pero antes de irme, sirve entender que no vine a tomar nada, si no a deja. Ahí radica el fin del sufrimiento por una vida de celebración".
Ya acordó un nuevo libro con Penguin Random House, "no sobre mi vida, si no acerca de la aceptación", promete. En cuanto a los motes del pasado, define: "Esos sonidos no son más que el ruido del más tétrico de los mundos derribándose, como puede quedar el fémur de un animal que una vez fue un dinosaurio. Esto que queda hoy plasmado en una nota puede ser como una fotografía de arcaísmos".