“Todos nos decian que era un show tremendamente dificil de hacer”, dicen Dan Povenmire y Jeff Swampy Marsh, los creadores del dibujo animado que atrapa tanto a chicos como adultos en buena parte del mundo
Phineas, el divertido protagonista de Phineas y Ferb, la serie de dibujos animados que es seguida por millones de niños, adolescentes y adultos de todo el mundo, fue concebido en 1993 por Dan Povenmire en un mantel de papel mientras comía con su amigo Jeff Swampy Marsh. Los dos padres del dibujo animado revelaron que la chispa de Phineas y Ferb surgió “hace 17 años y desde ese momento la idea estuvo siempre como posibilidad” y la usaban esporádicamente hasta que Disney los llamó en 2005. Durante más de una década estos dos dibujantes estadounidenses que son amigos desde “hace unos veinte años” han coincidido en algunos proyectos como la serie La Vida Moderna de Rocko (1993) y mientras tanto daban cuerpo a la historia y los personajes de Phineas y Ferb, han indicado. Tardaron casi trece años en que alguien se interesara por el proyecto. “Todo el mundo nos decía que era un show tremendamente difícil de hacer. Nos decían que por separado sí podían funcionar Phineas y Ferb, pero que en conjunto era demasiado complicado”, recuerda Povenmire. “El resultado final de Phineas y Ferb es sorprendentemente muy fiel con respecto a la primera idea” que tuvieron en 1993, han comentado al unísono. Los protagonistas de la serie son Phineas, un chico con la cara triangular al que se le ocurren las aventuras más descabelladas -como construir una pista de esquí en el jardín el día más caluroso de verano- y su hermanastro Ferb, quien lo ayuda a llevarlas a cabo, mientras que Candace es su desesperada hermana que no logra que los padres vean las locuras que concretan los dos varones. Phineas y Ferb tienen una mascota, Perry, el ornitorrinco, que se convierte en el Agente P, un espía doble que trabaja incansablemente para salvar al mundo del maléfico Dr. Doofenshmirtz, que hace lo que sea por sembrar el caos. La historia discurre en la ciudad ficticia de Danville, que está en un área llamada Tres Estados, un lugar sobre cuya ubicación especulan los espectadores, “al igual que ocurre con la serie de Los Simpsons”, señaló Marsh entre risas. Los personajes de Phineas y Ferb sólo tienen cuatro dedos, al igual que los clásicos dibujos de Looney Tunes, de la Warner Bros. Povenmire y Marsh indicaron que crecieron viendo por televisión las aventuras de personajes míticos como el cerdo Porky, el Pato Lucas, el conejo Bugs Bunny, Piolín, la pareja formada por el Coyote y el Correcaminos y el ratón Speedy González, que era el más veloz de todo México. De ahí que la estética, el tiempo narrativo y la historia de Phineas y Ferb se inspire en los personajes de Looney Tunes. Los capítulos están creados para ser vistos de manera inagotable y sin que resulten repetitivos con “muchas tramas, gags y bromas que ni un niño ni un adulto pueden captar con sólo una visión, es necesario verlo varias veces”, explicaron. Un gran número de los gags se inspiran en las diferencias de cómo entienden el mundo actual los niños en contraste con los adultos, por ejemplo, cuando era imprescindible usar monedas para hablar por las cabinas de teléfono -y más aún cospeles- y no existían los celulares. En rigor lleva a que la media para la creación de un episodio de la serie sea de unos diez meses, “más que un embarazo”, bromearon. Cuentan para ello con el apoyo de “un equipo de unas sesenta dibujantes” en Los Angeles con los que han creado también el film Phineas y Ferb.