Nacidas el 2 de marzo de 1976, de madre psicóloga y padre sociólogo, ambos militantes, las gemelas Melina y Julieta Petriella crecieron atravesadas por la concientización de los desgraciados hechos sucedidos en la fatídica dictadura militar. En ese contexto, lo que acontecía en esos años con la apropiación ilegal de bebés, resultó la trama adecuada para que Julieta, la menos conocida de la dupla, pergeñara Volver a Nacer, una miniserie de trece capítulos que muestra la búsqueda de dos hermanas para recuperar su verdadera identidad. Acompañada por un destacado elenco integrado por Federico D’Elía, Daniel Fanego, Rita Cortese, Alicia Zanca, Fabio Di Tomaso y Alejo García Pintos, esta flamante ficción que desembarcó el jueves en la pantalla de Canal 7 de la mano de las hermanas Petriella, plantea debate aún desde antes de ver la luz. “Tenemos 36 años. Estuvimos atravesadas por la dictadura”, sostienen. “Los 24 de marzo mis padres reviven y recuerdan ese día. Estudiantes en la UBA, con varios compañeros desaparecidos. Mi mamá miraba la cuna y pensaba en lo que nos podría haber sucedido. Fue la escena temida”, concuerdan Melina y Julieta, que por vez primera tras una pequeña intervención en la película Miss Tacuarembó que protagonizó Natalia Oreiro, se las verá juntas en una escena sostenida. “Le consulté a Meli, me dijo que sí y la llamé a Sol”, revela Julieta, ideóloga del proyecto que luego acercó a Sol Levinton. “Estuvimos con Estela (de Carloto) en Abuelas de Plaza de Mayo para comentarle qué era lo que queríamos hacer y contamos con el apoyo incondicional de ellas”, cuenta la chica entusiasmada.
Para ambas, la decisión de procurar sembrar conciencia a través de la ficción, parece relevante. El trabajo de Melina Petriella, emparentado con la adhesión a Teatro x la Identidad, en el que se incorporó al año siguiente de su creación, en 2002, marca desde el vamos la diferencia con otras actrices de su generación. “Perseguí a Daniel Fanego desde la primera obra de este tenor, A Propósito de la Duda, y luego empecé en Teatro x la Identidad y trabajé en la comisión directiva durante un año”, comenta ante la atenta mirada de su gemela, que detrás de cámara y desde la autogestión abraza similar concepción. “Siempre mi corazón estuvo con las Abuelas y mi necesidad como actriz es de comunicar y estar de otra manera, no sólo en la parte frívola de esta profesión. Eso es lo que me llena y lo que me gusta como actriz. Yo me formé con Alejandra Boero, entonces creo que estoy atravesada por una formación donde el actor es un actor social. Tenemos una responsabilidad y desde ese lugar tenía la necesidad de trabajar con ellas desde un espacio de militancia”, cuenta la intérprete de la consagradísima comedia teatral Toc Toc. “Hice la secundaria en los 90, donde los centros de estudiantes con el menemismo estuvieron vaciados. Hubo toda una intencionalidad de vaciarlos políticamente”, rememora.
“En Teatro x la Identidad yo encontré un espacio donde me sentí parte para poder colaborar y a partir del teatro salir a buscar a los nietos. Aunque todavía faltan un montón”, sonríe sin resignarse. “Esta ficción nos da la posibilidad de acercar la temática de una manera distinta. Yo tengo el sueño y la fantasía de que pueda cruzar las fronteras. Ojalá que algunas ‘Pilares’ y ‘Soledades’ que estén en otros países puedan preguntarse, dudar y tal vez encontrar quiénes son”.
“Es una historia de amor de dos hermanas que se encuentran. Es un mensaje de esperanza, no sólo una denuncia de lo que pasó”, agrega Julieta.
Que Volver a Nacer se instale en la programación oficial abordando un flagelo ocurrido durante la última dictadura cívico-militar, para ellas, también tiene un sabor especial. “Que sea en la TV Pública me parece interesante de un proyecto de esta dimensión que se pueda ver en todo el país. Que a través del entretenimiento y el cuento alguien se pueda llegar a preguntar, pensar y hacer memoria, ya es importante. Ojalá que la historia sea otra, pero sucedió y en la medida que podamos hablarlo y esto pueda salir y podamos debatir y hacer uso del ejercicio de la memoria no sé si las heridas se van curando, pero sí se van cicatrizando”, sintetiza Melina.