La vedette reconoce que su etapa de mediática "fue un paso obligado para alcanzar cierta popularidad: una manera de pedir a gritos que miraran lo que hago". Ya instalada en el medio, y brillando en el espectáculo de Flavio Mendoza, elige el perfil bajo. Admite que está pensando en la maternidad, pero calculando el momento preciso.
Rostro de ensueño, curvas que rozan el paraíso y un tono de voz que parece no alterar. Adabel Guerrero transita su mejor presente laboral desde la tablas del teatro Luxor, con Stravaganza, Estados del Tiempo.

En pareja hace más de cuatro años, afianzada en su profesión y con un futuro que le brinda más dicha laboral y personal, se anima a reconocer desde el Soho Village Hotel: "Ahora estoy conservando un perfil bajo... En su momento, era bastante mediática pero fue el paso obligado a alcanzar cierto nivel de popularidad. Fue una manera de pedir a gritos que miren lo que hago y una vez que lo logré, ya está. No me dan ganas de seguir con lo mediático, me aburre estar hablando pavadas en cada uno de los programas. Prefiero dedicar todo ese tiempo a seguir perfeccionándome, creciendo en la danza, el canto y la actuación. Gracias a Dios, siempre termino siendo convocada por gente como Flavio (Mendoza) que no le gusta el escándalo, que nos reta si llegamos a hacerlo y, por mí, mucho mejor. Me da una tranquilidad de no tener que estar haciendo notas que no tengo ganas de hacer. Stravaganza es un espectáculo que se vende solo, que no necesita de ningún tipo de prensa extra, más que del boca en boca".

¿Te cansaste del escándalo o lo sufrías demasiado?

-Al principio, lo disfrutás y te divierte... Después, llega un punto que, como todo, te cansa. Te exige demasiado tiempo y enojo. Como no tengo ganas de sufrir ningún tipo de maltrato ni de perder el tiempo, elijo estar tranquila.

Si bien sos una bailarina super profesional, ¿cómo te llevás con la exigencia que impone Stravaganza?

-Tomo vitaminas, trato de dormir lo más posible, descansar durante el día porque la noche es larga y de alimentarme bien para tener fuerzas. Si no comés tan bien o una pavadita, a la noche lo sentís bastante en el cuerpo.

Martín, tu pareja, pasa las funciones pegado al escenario cuidando que no falle ninguno de tus cuadros y sufras un accidente...


-Lo que pasa es que lo que hacemos es peligroso. Son muchas cosas las que hay que tener en cuenta como el estado físico de uno, si te sentís mal que igual lo puedas llevar adelante. Hay días que una comida te puede haber caído mal, las mujeres tenemos ciertos días especiales en el mes, la técnica puede fallar, así que hay que estar muy atento al error humano también, a no lastimarnos. Un pequeño papelón puede pasar pero el tema es que no nos lastimemos. Martín está ocupado y preocupado por si pasa algo, salir corriendo.

Durante el año ya firmaste contrato para seguir con Flavio, ¿tenés ganas de hacer algo más?

-Hay que meditarlo, pensarlo. De pronto sé que sigo en Magazine con el Teto Medina, eso está bueno. En marzo, abril, empezarán a llegar otras propuestas porque siempre mi año es como que comienza ahí pero las voy a evaluar. No se puede llegar cansado a la noche a hacer dos funciones porque esto es peligroso. Quizás, este año descanse un poco más y me dedique a seguir estudiando como para continuar perfeccionándome y más adelante hacer cosas diferentes.

¿A fin de año se viene la búsqueda del primer hijo?

-Quizá... ¡Tengo muchas ganas de ser mamá! Veo a Gisela Bernal con su hijo recién nacido y pienso en las ganas que me da de cumplir ese sueño. Pero todo va a depender de qué decida a nivel laboral porque ya se dice que Stravaganza vuelve el verano que viene, hay que ver si quiero seguir o si me bajo y hago otras cosas. Lo real es que lo único que me haría dejar el espectáculo es si quiero ser mamá, no otra cosa. Pero siempre digo que mientras haya buen trabajo, hay que aprovecharlo y después vemos cuando hacemos un espacio para parar. Cuando sea mamá quiero tomarme un tiempo para estar tranquila, sin trabajar y dedicarme de lleno a mi bebito.

Se habla mucho de quienes son primeros, segundos, terceros a nivel taquilla... ¿El equipo del espectáculo está pendiente de los números?

-Honestamente, yo no. Sí me interesa que a nosotros nos vaya bien pero no me puedo ocupar de todos, no porque les desee nada malo sino, simplemente, porque estoy involucrada en lo nuestro. Estoy feliz del éxito porque es la manera de que Stravaganza siga en pie porque es una obra que tuvo mucho gasto inicial y ahora en sueldos, así que mientras que a nosotros nos vaya bien, sé que se puede seguir adelante con este tipo de show.

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