Espectáculos
En el último programa, Marcelo Tinelli aprovechó para hacer “algunas aclaraciones”. Sin dar mayores detalles, rating y peleas estuvieron en su “discurso final”. Mientras tanto ya se piensa en la próxima temporada, donde continuará el certamen de baile, pero también se agregarán más segmentos de humor, según reconoció el conductor.
Fue una noche a pura fiesta en Bailando por un Sueño 2012. Marcelo Tinelli se despidió de la temporada con un descargo en relación al trabajo y a su vida personal. No dio nombres, pero era claro a quien hacía referencia. Como nunca, el conductor compartió el último programa del año en compañía de sus dos hijos menores, Francisco, desde la tribuna y Juana, quien cumplió el sueño de bailar en la pista.
Ser el número uno tiene su precio y este año compitió de igual a igual con Graduados y se lo hicieron sentir. El jueves Tinelli tuvo una respuesta en la que pidió mirar el bosque y no sólo el árbol, como dice el refrán: "Este programa no tiene un año ni ocho meses, desde hace 23 años que estamos al aire. Por ahí es importante destacar esto. Lo más importante es permanecer. ¿Y porqué permanecemos? Porque no es una elección de un día o de un año, es desde hace 23 años".
En clara referencia a Sebastián Ortega, responsable de Graduados, y ex amigo de Tinelli desde que éste tuvo un amor esporádico con la madre de los hijos del productor, la modelo Guillermina Valdés. "Es muy lindo recibir la crítica desde lo profesional y es muy feo cuando se dicen mentiras y barbaridades y cosas infundadas de la vida de uno".
Esta aclaración no solamente parece alcanzar a Ortega sino también a algunos periodistas que se "meten" en la vida privada: "Yo no le voy a responder a ninguno. Y si quiero, tengo los métodos para hacerlo, pero no por acá. Les mando un beso enorme a todos. Miren a sus hijos, a sus mujeres y a sus familias a los ojos y, seguramente, ahí van a encontrar la paz que hoy no tienen". Este último tramo apuntó a Ortega, quien trató a Tinelli de traidor tras el affaire con Valdés.
Después del programa como hace todos los años, Tinelli ofreció una fiesta en un pub con todos los participantes de la competencia y equipo de producción. El jueves pasado fue la primera final en la que llegan los más brillantes bailarines: Hernán Piquín y Magui Bravi. Se la puede comparar con la final de 2008 cuando llegaron a la recta final la ex esposa de Tinelli, Paula Robles, bailarina profesional, y la ex vedette Celina Rucci.
Ya en el boliche, Tinelli señaló que volverá el año próximo: "Queremos seguir haciendo el Bailando, pero ésta vez el humor va a tener un lugar mucho más destacado". Una de las versiones de la noche es que Piquín podría ser jurado del reality.
En la final, le ganó por pocas décimas a Graduados
dBailando por un Sueño 2012 tuvo un promedio 22,2 en sus 106 emisiones. Arrancó con 38,8 puntos, la cifra más alta de rating en lo que va del año, y terminó con 32,6 puntos. Le ganó a Graduados en la final por una cuestión de décimas, la ficción promedió 32,3 puntos, pero registró un pico de 38.
Durante el año Graduados, en sus 178 capítulos, marcó un promedio de 23,6 puntos.
A diferencia de la tira, Tinelli debutó y terminó con marcas insuperables, pero en el promedio del año lo coloca en el segundo puesto de la televisión en el año 2012. La diferencia es de apenas un punto y medio.
En clara referencia a Sebastián Ortega, responsable de Graduados, y ex amigo de Tinelli desde que éste tuvo un amor esporádico con la madre de los hijos del productor, la modelo Guillermina Valdés. "Es muy lindo recibir la crítica desde lo profesional y es muy feo cuando se dicen mentiras y barbaridades y cosas infundadas de la vida de uno".
Esta aclaración no solamente parece alcanzar a Ortega sino también a algunos periodistas que se "meten" en la vida privada: "Yo no le voy a responder a ninguno. Y si quiero, tengo los métodos para hacerlo, pero no por acá. Les mando un beso enorme a todos. Miren a sus hijos, a sus mujeres y a sus familias a los ojos y, seguramente, ahí van a encontrar la paz que hoy no tienen". Este último tramo apuntó a Ortega, quien trató a Tinelli de traidor tras el affaire con Valdés.
Después del programa como hace todos los años, Tinelli ofreció una fiesta en un pub con todos los participantes de la competencia y equipo de producción. El jueves pasado fue la primera final en la que llegan los más brillantes bailarines: Hernán Piquín y Magui Bravi. Se la puede comparar con la final de 2008 cuando llegaron a la recta final la ex esposa de Tinelli, Paula Robles, bailarina profesional, y la ex vedette Celina Rucci.
Ya en el boliche, Tinelli señaló que volverá el año próximo: "Queremos seguir haciendo el Bailando, pero ésta vez el humor va a tener un lugar mucho más destacado". Una de las versiones de la noche es que Piquín podría ser jurado del reality.
En la final, le ganó por pocas décimas a Graduados
dBailando por un Sueño 2012 tuvo un promedio 22,2 en sus 106 emisiones. Arrancó con 38,8 puntos, la cifra más alta de rating en lo que va del año, y terminó con 32,6 puntos. Le ganó a Graduados en la final por una cuestión de décimas, la ficción promedió 32,3 puntos, pero registró un pico de 38.
Durante el año Graduados, en sus 178 capítulos, marcó un promedio de 23,6 puntos.
A diferencia de la tira, Tinelli debutó y terminó con marcas insuperables, pero en el promedio del año lo coloca en el segundo puesto de la televisión en el año 2012. La diferencia es de apenas un punto y medio.
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