El velatorio de Don Diego sirvió para que se produzca el abrazo más postergado. Es que Diego Maradona se reencontró con Guillermo Coppola y ambos lloraron por el hombre que los acompañó desde el comienzo de la relación.
El Diez y Guillote se habían separado después de algunas acusaciones del astro sobre el manejo de los fondos por parte de su ex representante. Pero Guillermo nunca habló mal de su amigo, siempre fue muy respetuoso de lo que vivieron juntos y siempre decía que se debían un café, un encuentro, un abrazo y en la noche del jueves se dio. Después de casi una década, sí como un guiño del destino fueron diez años separados, el astro lo recibió en la intimidad del velatorio y no dudó en abrazarlo.
"Hacía tanto tiempo que no nos abrazábamos con Diego. Fue muy sentido, muy emotivo. Era el abrazo pendiente, el cierre de una película que no se sabía cómo iba a terminar. Los dos leímos ese reencuentro como un mandato de Don Diego. Repasamos delante de la imagen de Don Diego la película de nuestra vida. Fue muy emocionante", dijo Guillermo con Beto Casella en Radio 10.
Casi como si el tiempo no hubiese pasado, como si las diferencias no hubiesen existido, en la noche de La Paternal se reencontraron Coppola, Diego, Claudia, Dalma, Gianinna, los que compartieron los mejores años del astro como futbolista y también lo acompañaron en los peores momentos. Por eso esa unión no podía romperse, por eso el cariño tenía que ganarle a las diferencias y el ángel de Don Diego fue el encargado de unirlos una vez más.
Crédito: Martín Di Maggio Dadone / Diario Popular."Ayer recordamos frente a Claudia, a Dalma y Gianinna, a mi hija Natalia, a Rocío, que también estaba ahí, y de algunos de sus hermanos, viajes que habíamos realizado juntos, en los cuales nos divertíamos muchísimo con Don Diego", rememoró sobre aquellos tiempos el ex manager. "Viajamos a Japón, China, Arabia, vimos al Papa y cuando Diego estaba concentrado, mi compañero de compras y de aventuras era Don Diego", recordó Coppola.
Guillote siempre habló maravillas del padre de Diego y a la hora de recordarlo lo hizo de la mejor manera. "Don Diego hablaba poco pero transmitía tanto desde su silencio. Tuve el placer inmenso de viajar, fue mi compañero de aventuras. Lo disfrutaba yo porque Diego estaba concentrado. Los jugadores tuvieron el privilegio de los asados de él", agregó.
Crédito: Martín Di Maggio Dadone / Diario Popular.Guillermo se mostró sensibilizado por el momento y sin dudas recién pudo reaccionar pero con el paso de los días podrá demostrar lo que sintió realmente y si existe la posibilidad de una nueva etapa en la vida de ambos. "Nos dimos un abrazo, sentados los dos, él me apoyó sobre su cuerpo y en ese momento, hicimos silencio. Le dije que el silencio era lo que más valía, que vivamos eso en silencio", dijo, antes de revelar que al momento de despedirse, Diego y él terminaron dándose un piquito.
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