El cantante británico se reencontró con el público argentino en el concierto que ofreció en la Ciudad de Buenos Aires. El músico se presentó ante más de 40 mil personas.
Esta fue la tercera vez que Elton John se presentó en Argentina, tras las multitudinarias actuaciones en el estadio de River Plate, en 1992, y su más reciente visita, en 2009, en la cancha de Boca Juniors.
Vestido completamente de negro y enfundado en una larga chaqueta a juego adornada con brillantes incrustaciones y un escudo con las letras con su nombre grabadas en la espalda, Elton John alzó los brazos como gesto de aliento hacia el público y de inmediato sentado frente a su piano de cola, un Yamaha que forma parte de su equipaje, junto a una pantalla de computadora que le señala las letras, Reginald Kenneth Dwight, nombre de pila del londinense, demostró una vez más su prodigioso dominio del teclado y un control del espectáculo único que explican por qué es una figura imprescindible de la música.
Desde que apareció en el escenario cautivó y sedujo al público, al que además arengaba para que cantaran con él y lo apludieran; todo un señor del espectáculo.
Con The Bitch is Back arrancó su puesta en escena, disfrutando de su propia genialidad, de su recorrido por los primeros años de su carrera, que ya suma cuatro décadas. El británico rescató primero Bennie and the Jets (1973) para girar después a tonos más melódicos con Tiny Dancer, que dedicó, siempre en inglés, a todas las mujeres. Luego de estos temas John se dirigió al público -siempre en inglés- y dijo: "Muy buenas noches, estoy muy feliz de estar de nuevo en Buenos Aires, una de las mejores ciudades del mundo", antes de cantar Grey Seal. Fue una verdadera comunión entre el artista y sus fans, aun cuando los temas que cantó eran los nuevos, y hasta se dio el gusto de hacer vitorear su nombre y que el público lo complaciera.
Secundado por una veterana banda y por un cuarteto de coristas, el caballero de la Orden del Imperio Británico siguió desplegando talento y picardía a través de sus anteojos azules y prosiguió con Levon, Philly y Rocket Man. Blue Eyes, Daniel y Sad Songs sonaron potentes en el estadio de Vélez, en el que el público no dejó de ovacionarlo y mucho más cuando sonaron dos temas emblemáticos en la carrera de este artista: Don't Let the Sun Goes Down y Candle in the Wind, asociada desde 1997 al funeral de Diana de Gales. En el bis, Elton eligió Crocodile Rock, antes de provocar una explosión con Saturday Night's Alright (for fighting) y para el final eligió Your Song, tras la cual se levantó de su silla, alzó los brazos en señal de despedida y se fue tal cual había llegado.
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