Cuando algo le provoca temor lo enfrenta. Aún no pudo superar el miedo a la muerte. Combate con todas las armas de que dispone para contrarrestar los efectos que le causa la vergüenza. Habla Fede Bal, un profesional que asegura que su vocación le ayudó a vencer los miedos que más lo condicionaban.
-Yo lo defino como algo que no podés alcanzar, como algo a lo que no podés llegar.
l ¿Algo así como una frustración?l Cuando se le presenta una situación que le provoca temor, ¿acciona o se paraliza?
-En general, ante el temor, reacciono. Intento accionando.
l ¿De qué manera?-Jamás, porque cuando surge algún temor, a la vez, siento que hay una fuerza mayor dentro de mí que me impulsa a seguir. Creo que está todo escrito.
l ¿Se refiere al destino?-Claramente. Si algo me tiene que pasar, me va a pasar.
l De chico, ¿era miedoso?l ¿Padeció los típicos temores infantiles: miedo a la oscuridad, miedo al abandono, miedo a los fantasmas y a los monstruos?
-Nada de eso. Me daba miedo comprobar que los mayores se dormían antes que yo. En casa, quería ser el primero en dormirme y que mis viejos se durmiesen después.
l ¿No ser el último en dormirse le generaba una menor inseguridad?
-Me daba seguridad saber que ellos siguieran despiertos.
l Con el correr del tiempo, ¿qué influencia tuvieron en usted los temores infantiles?
-Se fueron yendo. En algún momento de mi vida, fui a un psicólogo, estudié algo de psicología y continúo trabajando sobre esas cosas.
l ¿Sólo ese temor experimentaba de niño?-No, también le temía a la muerte.
l Dígame, Federico, ¿usted considera que es conveniente hacerse amigo de los miedos o lo aconsejable es combatirlos?
-Los miedos son parte del ser humano pero, a la vez, considero que es necesario combatirlos. En mi caso, los enfrento.
l ¿Cuál es el temor que más combate?-Más que nada el temor que me provoca la vergüenza.
l ¿Qué le pasa con la vergüenza?-Y... cuando estoy sobre un escenario o en el "Bailando" y aparece la vergüenza, la combato. Eso, a la vez, me ayuda a curtirme.
l ¿Contrarresta sus temores con medicación?-No me medico con nada. Pienso que para enfrentar a los miedos hay que estar lúcido.
l ¿Cree que la vida está diseñada para aprender a convivir con los temores?
-Creo que estamos muy evolucionados como para poder vivir con los miedos. Simplemente hay que intentar que los temores no nos complique la vida.
l Hoy, como adulto, ¿qué temores lo recorren?-Mis principales miedos pasan por hacer algo que no me gusta o trabajar de algo que no me da placer.
l ¿Eso es responsabilidad suya o de la gente que lo elige?
-Es un poco y un poco. Lo ideal es mantenerse haciendo algo lindo y que la gente te elija.
l Usted mencionó el miedo a la muerte, ¿cómo se lleva con el tema de la muerte?
-De pibe tenía miedo a morirme. Ahora, ya no.
l ¿Lo superó?-No lo sé. Lo que intento es no pensar en eso. Siempre pensaba qué pasaba cuando uno se moría y ese tipo de cosas.
l Esos pensamientos infantiles, ¿los despejaba con alguien?
-No. Se fueron disipando a medida que fui creciendo y que fui tratando de no pensar en esas cosas. Entendí que esa sensación de no saber qué pasa después de la muerte, siempre va a estar.
l ¿Lo vive como un sufrimiento?-No, lo vivo como algo natural. Casi ya no pienso en eso.
l Su profesión, ¿lo ayudó a superar sus temores?-Sí. A mí la profesión me ayudó a superar el miedo a sentir vergüenza.