Satisfecha por su doble interpretación en el recientemente finiquitado Mis Amigos de Siempre, Florencia Raggi, apuesta a una nueva ficción televisiva para el año próximo. En tanto, siente que la experiencia de la puesta de José María Muscari sobre el texto de Federico García Lorca, La Casa de Bernarda Alba, que atravesó durante casi dos temporadas, la marcó notablemente y transformó su vínculo con el teatro.
Carismática, resuelta, intensa, la chica de sonrisa ancha y piernas interminables, va haciendo camino al andar y lo forja a su manera. "La verdad es que cada vez me siento mejor con lo que hago. Y eso creo que te lo dan los años", confiesa Flor enrolada en la tarea de jurado del 2º Festival de Cine Polaco BAP.
"En realidad siempre dije que el cine es lo que más me gustaba y me sigue fascinando, porque la película es un momento único y lo que uno pone en los meses de rodaje es maravilloso, pero la verdad es que con la experiencia de Bernarda Alba se me ha trastocado un poco eso. Fue tan maravilloso lo que viví 6 noches a la semana, la transformación que tuve, y toda la adrenalina que se vive en el escenario con una obra de este tenor a sala llena, que tendría que decir el teatro es lo que más me agrada. En estas circunstancias el teatro", confía la esposa de Nicolás Repetto que, se nota, creció a pasos agigantados como artista y mujer.
En cambio, la altísima exposición que casi inevitablemente redunda en el paso por la pantalla chica, tiene sus salvedades y, aunque se elige, se toma con la precaución necesaria. "Con la tevé pasa algo especial. Hace tantos años que conozco cómo es el medio que cuando uno trabaja en la tele sabe que va a algo masivo, de más reconocimiento, más en un programa muy popular que lo ve mucha gente como es la idea. Entonces uno sabe que se está metiendo en ese baile. Y cuando sale de ese baile, por lo menos lo que me pasa a mí, todo se calma. Uno sabe a dónde va y si decide hacerlo para nada me quejo porque es una elección", aclara.
Hasta hace poco, Florencia Raggi participó de las algo convulsionadas grabaciones de Mis Amigos de Siempre, la tira de El Trece que protagonizaron Nicolás Cabré, Gonzalo Heredia y Nicolás Vázquez. Al frente de Natalia Aguirre, la jefa de la brigada policíaca, se lució en un doble papel. Nuevamente volvió a relacionarse con el personaje de Heredia con el que ya había compartido set en la novela Malparida. "La pasé muy, muy bien, me encantó el equipo", expresa.
"Fue muy bueno lo que pasó con el personaje porque podía tocar un color tan distinto de lo que hacía a la noche en el teatro. Algo tan fresco, con tantos colores, porque era una policía que de repente estaba secuestrada y tenía una hermana gemela loca por la que tuve que hacer doble personaje, hice dos personificaciones. Era una mujer con las cosas muy claras, muy expeditiva, de ir a cumplir los objetivos cueste lo cueste", dispara Raggi, quién en la trama de Pol-ka se reencontró emocionada con Sebastián Pivotto, su primer director.
"Disfruté de todo el ritmo vertiginoso de la tele del que me volví a empapar y me gusta también. Ya el año pasado estuve en el final de Vecinos en Guerra y me encantó regresar a la tele. Fue una fiesta", expresa entusiasmada.
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