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Javier Bazterrica es el acusado por el coreógrafo de haber enamorado y estafado a su hermana. Ahora aparecieron más de 30 mujeres que aseguran ser sus víctimas. Él se defiende, aunque no de manera tan convincente...
Javier Bazterrica fue denunciado por Flavio Mendoza, quien lo acusó de haber enamorado y estafado a su hermana. Después de que el coreógrafo pusiera en su cuenta de Twitter el número de documento y la identidad de Bazterrica, enseguida su imagen se desparramó por todos los medios y comenzaron a aparecer nuevas mujeres diciendo que fueron víctimas de este nuevo "gigoló".
Sin embargo, Bazterrica sigue negando todas las acusaciones y en diálogo con Intrusos dijo que la relación con Adriana, la hermana de Flavio, fue de mutuo acuerdo y que él ama a la mujer que lo quiere mandar a prisión.
"Yo aposté por ella. La amo, nos amamos y Flavio no sabe muchas cosas que pasaron entre nosotros y por eso habla", dijo el acusado de estafa junto a su abogado.
"Yo aposté por ella. La amo, nos amamos y Flavio no sabe muchas cosas que pasaron entre nosotros y por eso habla", dijo el acusado de estafa junto a su abogado.
Flavio Mendoza es quien más indignado está con el tema: hasta llegó a encararlo en medio de un programa de televisión y se puso cara a cara con el denunciado. Sin embargo, no logró ninguna reacción por parte de Bazterrica, quien se mantuvo firme en su idea de reaccionar y en su discurso. "Yo no soy una persona violenta, por eso no reaccioné. Jamás hubo violencia en mi relación y voy a seguir así. Me voy a defender de cada una de las acusaciones porque a Adriana y a Flavio Mendoza no les tengo miedo. Yo no me voy a esconder nunca", dijo.
Las acusaciones que pesan sobre él son muy fuertes y hay más de 30 mujeres que dicen haber sido seducidas y luego estafadas por este nuevo gigoló. En su defensa, en Intrusos hubo muchos puntos oscuros que no pudo aclarar, demasiadas contradicciones, sobre todo en el origen del dinero que dice tener y que le adjudica a una herencia de su padre. Él se declara como bartender y dice tener invertido el dinero que heredó. No usa tarjetas de crédito y tampoco se le conoce un lugar físico de trabajo. Lo cierto es que esta historia recién comienza y promete escribir nuevos capítulos.
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