La separación de Memphis: "Tanto a Adrián como a nosotros nos fue mal”
El Ruso Beiserman habló a corazón abierto de la ruptura de su banda de toda la vida, cuando Otero decidió emprender su carrera solista. Todo lo que contó, y el parecer del nuevo cantante Martín Luka, en esta nota
-¿Cómo fue que se separó Memphis? ¿Cómo viviste esa época? Ruso: Fue bastante difícil. Adrián tenía problemas de salud. Se internó, estuvo un mes ahí... Más que nada fue como una especie de pretexto lo que tuvo él con el tema de la internación. La necesitaba, pero respecto a la separación no sé por qué, si fue aconsejado por alguien, algún productor... Algo pasó ahí. Nunca falta el que mete la cola y te hace la cabeza. Y Adrián, aunque no parecía, era un poco influenciable, y capaz le dijeron que iba a hacer una mejor carrera como solista. Y fracasó. Esa es la verdad. A nosotros nos fue mal y a él también. Fue durísimo. Con Emilio (Villanueva) formamos Viejos Lobos del Blues, pero no tuvimos apoyo de ningún tipo. Por eso decidimos relanzar Memphis, a pesar que Adrián no quería que usemos el nombre. No lo podía usar ni él ni nosotros supuestamente. Pero nos asesoramos y sí podíamos usarlo.
-¿Cómo venía la relación entre ustedes antes de la separación? Ruso: Y, venía mal. Venía mal porque, ya te digo, él se tuvo que internar. Había como una saturación. En realidad no era necesario desarmar Memphis. Porque si él quería hacer un disco solista, como hacen muchos, y después volvía al grupo no había ningún problema, nadie le iba a decir nada. Pero acá es como que se fue de mambo. -En una entrevista vos dijiste que te había caído mal que él te dijera que se iba de la banda por teléfono, y no cara a cara... Ruso: Sí. -¿Qué te dijo en esa llamada? Ruso: Que no quería seguir. Que se quería tomar un tiempo, como si estuviera pateando una mina. "Mirá, no sos vos, soy yo". Palabras textuales. Fue todo muy desprolijo. Y así salió: todo mal. Para él y para nosotros.
-¿Escuchaste el disco solista de Adrián? Ruso: Sí. No me gustó. Para nada. A nadie le gustó. -¿Y volvieron a hablar después de esa separación? Ruso: No. Nada más por papelerío, porque teníamos una SRL y hubo que desarmar todo. Yo tenía un micro de gira que lo sub-alquilábamos, yo le compré la parte... Todo ese tipo de tramiteríos. Separación de bienes, digamos. -Y vos Martín, como fanático de la banda, ¿cómo lo viviste? Luka: Me quedé pensando en la música nada más. Lo otro es la vida privada de ellos. Las bandas son como las familias. Yo de esa hermosa familia que tenía el Ruso me quedé con lo mejor. Yo soy un hijo de Memphis. Y de Pappo, y de Manal, de Muddy Waters y de BB King. Yo me quedé con el blues. El resto... Ya pasó. -¿Qué es lo que más te gustaba de Adrián como cantante? Luka: Yo curtí mucho el vivo de Memphis. Y eran una banda de desparpajados arriba del escenario. Adrián era un loco lindo, un tipo que tenía una personalidad muy especial. Podía anejar una banda de 200 desaforados como éramos nosotros y estaba todo bien. Y te hacía erizar la piel. Después para mi Memphis es una cuestión sonora. La parte rítmica para mí es lo más importante. Hay gente que escucha dos acordes de guitarra y ya sabe quién es el guitarrista. Vos escuchás dos notas de bajo del Ruso y ya sabés que es Memphis. Eso es muy particular. La gente lo dice con este nuevo disco: "es Memphis". Y el Ruso es una parte imprescindible. Es co-autor de todas las canciones. Y tiene una capacidad de darle una vuelta de rosca a los temas. Cuando hicimos el disco yo tenía temas pre hechos, y él a todos les dio una vuelta de rosca. Esa vuelta de rosca es el distintivo que tiene Memphis. Hablando musicalmente, de un primero a un sexto. El blusero me va a entender. Si vos vas a una zapada de blues y hacés una bajada de blues como las que hace el Ruso en el bajo, que es pasar de un SOL a un MI, muchos no lo saben tocar y eso es blues. Tiene mucho de la parte musical de Ray Charles, de BB King... Él tiene una manera muy especial de escribir música y esa es la identidad de Memphis.