Espectáculos |
4'
Afirma que a las mujeres les cuesta separar el amor del placer, pero está cambiando. Dice que la química en la cama es el "noventa pro ciento de la pareja". Confiesa que elegiría tener menos vida y más plata
Vive cada instante como si fuera el último. Se reconoce intuitiva y terminante. Sufrió acoso sexual. Afirma que el sexo es el noventa por ciento en una relación de pareja. Magui Bravi, quien forma parte de la obra “Acaloradas”, responde sin especular a todos los temas que se le plantearon a lo largo de la siguiente entrevista.
l Ante una situación límite, ¿prefiere la verdad dolorosa o la mentira piadosa?
-Siempre prefiero la verdad, por más dolorosa que sea.
l Si le dieran a elegir entre tener más tiempo de vida y menos dinero o vivir menos y tener mayor cantidad de plata, ¿por qué optaría?
-Elegiría tener menos vida y más plata, para hacer las cosas que deseo.
l ¿En qué momento la vida le resulta amarga?
-Cuando le sucede algo a mi papá. En esos momentos, siento que la vida es una mierda.
l ¿Qué la rescata de ese estado?
-Verlo ponerse mejor.
l ¿Qué hace religiosamente?
-Entrenar, tomar mucha agua y anotar todo.
l ¿Planifica su futuro?
-Planifico a corto y a largo plazo, pero vivo cada instante como si fuera el último.
l Cuando se encuentra por primera vez con alguien, ¿confía o desconfía?
-Casi siempre confío y, por lo general, me llevo lindas sorpresas.
l Cuando le faltan el respeto, ¿cómo reacciona?
-Me enojo mucho y lo hago notar. Me desvinculo por completo de ese tipo de gente y finalizo la relación de por vida. Soy muy terminante.
l Anímicamente, ¿es estable o ciclotímica?
-Soy bastante loquita (risas).
l ¿Cómo se encuentra psíquicamente?
-Estoy dada de alta, pero podría volver a terapia en cualquier momento (risas).
l En la convivencia, ¿en qué le cuesta ceder?
-En todo lo vinculado con la ropa. En eso no cedo ni un milímetro. El placard es mío (risas).
l Si alguien le dice “eso no te lo pongas”, ¿obedece?
-¡Nooo! El placard no se comparte, la ropa no se comparte y sólo yo decido lo que me pongo.
l Cuando toma una decisión, ¿no vuelve atrás?
-Puedo volver atrás, pero jamás me arrepiento. Si se trata de un paso dentro de un proceso, puedo retroceder, pero si es una decisión que cambia las cosas, no.
l ¿Qué le resta puntos a un hombre?
-Que sea aburrido, que sea inseguro y que tenga un ego muy alto.
l A las mujeres, ¿les cuesta separar el sexo del amor?
-Sí, pero por costumbre. Yo estuve de novia varios años y siempre vinculaba al sexo con el amor, pero ya aprendí. Estoy cada vez más moderna (risas).
l ¿Qué sería capaz de hacer para demostrarle a alguien que lo ama?
-Todo. Lo que sea. Por amor, viajé catorce horas sólo para estar una hora con alguien en un país muy lejano y volver.
l El sexo es...
-... el noventa por ciento de la pareja.
l Si en la primera cita, el caballero le propone pagar a medias, ¿da una segunda oportunidad?
-¡Nooo!
l ¿Cuál es su mejor excusa para escapar de un hombre que no desea?
-Otro hombre (risas).
l ¿Qué actitud toma si descubre que su pareja le es infiel con otro hombre?
-Me decepcionaría pero, en verdad, ya no me sorprende casi nada.
l ¿Qué la une a Adrián Suar?
-Nada.
l La belleza, ¿abre todas las puertas?
-Abre algunas, pero cierra la mayoría.
l ¿Ha sufrido acoso sexual?
-Sí.
l ¿Cómo resolvió esa situación?
-Con terapia.
l ¿Qué propone para terminar con la violencia de género?
-Educar en los colegios y contar cuando pasan estas cosas.
l ¿Cuál es su mayor capital?
-Lo que aprendí en mis años de estudio, todo lo que sé hacer: bailar, actuar y cantar.
l ¿Pide permiso o embiste?
-Eso lo decido en el momento.
l ¿Tiene guardados secretos que queman?
-Sí, pero no te los voy a contar.i
¿Qué hace rodar al mundo?
-El sexo, el poder el dinero, la fe y el amor, hacen que el mundo se mueva para todos lados. Creo que va hacia un caos que puede ser divertido.
l ¿Qué ámbito es un nido de víboras?
El medio es cruel, complicado y, como en todos los ámbitos, existe siempre un pequeño nido de víboras.
l ¿Cómo se siente mirada por sus colegas?
-No tengo la menor idea. Tampoco me preocupa demasiado lo que dicen mis colegas de mi. No me interesa para nada la mirada de ellos.