Agradecido a la posibilidad de ejercer su arte ininterrumpidamente tanto en los terrenos de la televisión, el cine y el teatro, Jorge Marrale, se toma su tiempo para repensar su mundo y hacer una suerte de balance de sus largos años de carrera.
Disfrutando los buenos ecos de la reciente película Maracaibo y a punto de reestrenar la pieza Nuestras Mujeres, obra que pese a la crisis teatral se mantuvo en los primeros puestos durante todo el año pasado, este gran actor, que asume con buen humor la predilección de algunos productores televisivos por ubicarlo en el rol de psicoanalista, afirma su compromiso con la profesión que eligió y, con humildad, se vanagloria de su tesón por ir en busca del continuo desafío.
“Yo soy un actor que afortunadamente ha podido trabajar en cine, en teatro y en televisión y eso lo agradezco siempre porque amo el arte de la representación”, desliza Marrale, en exclusiva, en un alto de Pantalla Pinamar 2017, la 13ª edición del Encuentro Cinematográfico Argentino-Europeo organizado por el INCAA, donde presentó precisamente Maracaibo.
“Entonces es un espectro muy amplio. He tenido muchas experiencias cinematográficas, teatrales, televisivas por suerte. Y he crecido con en eso, y he crecido con otros también. He visto el crecimiento de otros y otros han crecido y han visto también mi crecimiento. Entonces es como una carrera conjunta, con mis pares y con la gente. La gente termina diciéndote: ‘Uy yo te vi En los Amores de Kafka’, y eso fue en el año 80 y pico”, dice complacido.
“Y además comprometerme en la entrega. Eso es lo que a mí más me interesa. Yo creo que si de algo me tengo que jactar es en no haber dejado de apretar el acelerador nunca en el mejor sentido de la palabra: de la entrega, de ir, de ir para adelante, de seguir buscando y no quedarme en lo que tengo, sino de buscar más”, expresa sincero, comprometido, transmitiendo un peso en sus palabras que parece coincidir con su calidad actoral.
Sumamente atento a la creación que lo sitúa delante de una cámara a Jorge Marrale, se lo pudo ver, en la temporada pasada, en uno de los capítulos de interés general que proponían los unitarios de Conflictos Modernos por Canal 9 y en el reconocido ciclo basado en el libro del licenciado Gabriel Rolón, Historias de Diván de Telefé.
“También estuve en Estocolmo que es muy interesante historia. Ya se verá masivamente supongo”, agrega sobre la primera serie nacional de estreno en Netflix que produjo Nacho Viale.
Pero, su punto de vista, si la propuesta se lo permite, siempre está puesto en poder movilizar al otro en un sentido social.
“Yo he trabajado mucho en televisión y he tenido bastante suerte. Lo último grande y lindo que me gustó mucho hacer en la televisión fue Vidas Robadas por Telefé”, cuenta el protagonista de afamadas ficciones como Compromiso, Atreverse, Alta comedia, Nueve lunas, Poliladron, El Garante, Fiscales, Vulnerables, Los Médicos de hoy 2, Epitafios, Doble Vida, Historias de Corazón o Taxxi, Amores Cruzadas, entre tantísimas.
“Y creo que cuando nos metemos bien en esos lugares nuestras novelas son muy buenas. Una prueba es Montecristo, Vidas Robadas, Resistiré, La Leona”, enumera destacando esas tramas. “Me parece que por ese lugar andamos bien y hay que ir”, apuesta.
El hombre que cobró masividad en el exitoso ciclo de Pol-ka Vulnerables de 1999-2000 como el inolvidable doctor Guillermo Segura, reconoce que más de una vez lo han convocado para ocupar el sillón de analista, tal como lo volvió a hacer en Historias de Diván y en La Valija de Benavídez, el film en cartelera hasta hace unos días.
“Me gustó mucho hacer Historias de Diván. La filmamos en Montevideo”, recuerda. “La verdad es que me parecieron 28 capítulos con 28 historias realmente maravillosas. Es un programa que hasta sanitariamente habría que pasarlo. No por uno sino por lo que habla y por los grandes trabajos actorales”.
El incansable recreador de universos ajenos, Jorge Marrale, reformula la pregunta en voz alta cuando se le indica si en tanta composición y en el ideal de fisic du rol de psicoanalista no hay una segunda vocación que yace dormida. “Ya no. Pero soy alguien que cree mucho en el inconsciente y en el psicoanálisis. Hago análisis desde siempre y creo mucho en el análisis. La verdad que soy muy analítico y creo mucho en el análisis”. - ¿Y en ese análisis permanente cómo juzgás tu trabajo? ¿Sos muy crítico? -Soy crítico cuando me veo. Pero fíjate vos. Me veía en pantalla haciendo esta película Maracaibo y me sentía bien viéndome. No por narcisismo sino por ver a alguien con una especie de madurez. Ya no me fijo en algunas cosas que son secundarias. Me fijo en las intensidades, en la verdad, en lo verosímil, y dije: “está bien, muy bien”. Es una película honda, desgarradora, que hace bien.
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