En épocas en que las noticias podían esperar un día y los discos años en cruzar un continente, el big bang del rock logró ser interpretado en la Argentina. Algunos captaron las vibraciones de ese cimbronazo que se expandía y generaba mayores rechazos que aceptación. No era fácil porque en el proceso de reconocer pares, buscar cobijo en escenarios que la historia después dio por míticos, estaba la Policía, averiguaba antecedentes compulsivamente, cortaba el pelo sin preguntar demasiado y ni siquiera los mortales de a pie toleraban respirar el mismo aire que un extraño de pelo largo.
Hoy, medio siglo después, pensar que tener una banda de rock y vestir distinto a los maniquíes de las vidrieras de Avenida De Mayo podía suponer cárcel, represión y desaprobación social puede sonar al incomprensible medioevo cuando se podía alcanzar la muerte por solo pensar que la tierra giraba en torno al sol. Pero fue así. "En un mes y medio, me llevaron por averiguación de antecedentes 22 veces y todavía no sé porqué", se ríe hoy Litto Nebbia, a días de celebrar en un show sus 50 años de carrera musical.
-Yo creo que no solamente el rock, en el arte en general, estamos viviendo una época en la que hay cada vez más una preocupación por el negocio, por el consumo y no por el arte. Desgraciadamente, el arte no va siempre de la mano con que te hagas millonario, con que todo guste. Hay una desesperación por pegarla y aparecen muchísimas bandas que al final terminan accediendo al pedido del productor para hacer algo comercial que en 10 minutos meta mucha gente... El camino, para mí, es seguir a rajatabla lo que vos querés hacer y si después le llegás a la gente, ese es tu premio. Lo que sucede es que el negocio invade y es muy cruel. En TV hay concursos de gente que no tiene experiencia y canta de nuevo las canciones comerciales que el mismo sistema puso de moda. Eso no está bien, porque no permite que avance ni la gente ni los artistas.
-Tal vez tampoco haya muchas ganas de romper con eso...-Es difícil, yo creo que hay ganas. Músicos de nuevas generaciones y también de la mía, no tienen espacios para expresar lo que quieren. En mi casa tengo 90 canales de televisión, pero son propiedad de tres personas y si ninguna tiene una mentalidad de apertura, siempre lo que vas a escuchar en cada uno de esos canales es lo mismo: en un programa de deportes, la cortina va a ser la misma que a la hora siguiente en el programa de política. Es así como entiende esta gente el negocio, es un error no se puede comer milanesas todos los días.
-¿Esa cruza con músicos explica, por ejemplo, apariciones en discos de bandas nuevas?
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