"Por una moneda” es el nuevo programa de entretenimientos de El Trece, que arrancó el fin de semana pasado y que se emitirá en vivo los sábados de 19 a 20.30.
Cuenta con la producción de Guido Kaczka y la conducción de Joaquín “El Pollo” Alvarez, junto a Juan “Pico” Mónaco y la participación de la bellísima rubia Rosario “Rochi” Cuenca.
En cada emisión habrá juegos que le permitirán a estudiantes de seis colegios sumar monedas para definir al final de cada programa un viaje de egresados para el curso. Pico y el Pollo, quienes ya estaban juntos al frente de “Con amigos así”, en KZO, contaron detalles de esta nueva propuesta.
-¿Qué hicieron ustedes por una moneda?
Pico: A los 12 años, por ejemplo, mi viejo ya no se quería levantar para llevarme al colegio. Estábamos a 8 cuadras y en la esquina teníamos el colectivo. Iba con mi hermano. Nos daban 50 centavos a cada uno, cuando el boleto escolar valía 10 centavos. Pero yo me iba a la esquina donde un íntimo amigo de mi viejo tenía un kiosco de diarios. El salía a hacer el reparto para el lado del colegio. Entonces yo me guardaba la guita del bondi y le hacía algunos repartos al diariero. Llegaba al cole con un peso y era Gardel. Me compraba la Coca, dos calentitos y un alfajor. Esa era la changa por una moneda.
Pollo: Mi familia es clase media baja y estoy orgulloso de eso. Todo me costó tanto que hace que valore mucho más lo bueno que me pasa. Mi familia es laburante. Arranqué repartiendo folletos en la calle Florida y ahí se ganaba una moneda, pero de verdad. Pero a los 15 o 16 fui a laburar a una librería y tenía que llevar las resmas en un changuito. En Florida, que es peatonal, no es fácil. Si no lo manejás bien, le pegás en los talones a la gente. Como el sueldo era bajísimo, mi anhelo era que al llegar a los locales o a las oficinas, me dieran una moneda de propina. Hoy un peso es poco, pero en esa época...
-¿Cómo pueden describirnos a este nuevo proyecto que comenzaron el sábado?
Pollo: Por una moneda es un programa de entretenimientos para toda la familia para pasar un grato momento, tanto para los que participen en el programa como los que estén en su casa. Va a haber muchos juegos mediante los cuales los chicos van a ir recolectando monedas, y en el final del programa, van a sumarse los 6 colegios para definir el viaje sobre una plataforma.
Pico: Esa plataforma es como un núcleo o tejo, en el que los colegios van a competir arrimando su moneda al centro. El que más se acerque, ganará el viaje. Los que más monedas hayan recaudado en los juegos previos, más chances van a tener. Estamos muy contentos. Además, está Rochi (Rosario Cuenca), que tiene muy buena energía. Es femenina, fresca y angélical para estar con los chicos.
-Cuenten qué juegos podemos ver en el programa.
Pollo: Uno es “Devolvele el saque a Pico”. En el que vamos a tener una cancha de tenis. Juan va a sacar y tienen que tratar de devolverle el saque. En otro, les pondremos imágenes de personalidades y tendrán que contestar si es o no argentina. También habrá desfile de abuelas de los chicos de los colegios. Pero habrá muchos más.
-¿Qué hacían ustedes los sábados a las 19?
Pollo: Ya yo hacía Combate toda la tarde mil horas.
Pico: Yo estaba frente a la tele viendo qué partido de qué liga miraba. Barcelona, Real Madrid, Estudiantes. O me iba a Tandil a descansar y estar con mi familia, mis sobrinos, mi pareja. Ahora va a estar movidito. Es un lindo desafío.
-Pollo, hablaste de Combate. ¿Fue difícil tu salida del programa?
Pollo: Irme fue complicado en lo sentimental. Me dio mucho Combate a mí. Mi salida fue acordada entre los canales. A mí me contaron cuando los directivos de El Trece ya les habían pedido por mí a los del Nueve. Los canales no pueden sacarle a otro un conductor porque sí. Cuando llegaron a un acuerdo, yo acepté. Igual me fue difícil decir ‘gracias por todo’ a la gente de Combate y del Nueve
-Ambos han tenido un último año con mucho crecimiento en cuanto a la exposición y cambios en su vida laboral. ¿Cómo lo viven?
Pollo: Yo lo disfruto. Me considero hombre de medios. Me gustan todos los rubros. Este año me propuse hacer TV de cable, de aire, internet y radio. La radio te hace crecer, te deja opinar. Hay que estar muy informado de todo. Desde el Caso Maldonado hasta de lo que pasa con los hermanos Caniggia. En el Magazine de La Red estoy en un lindo horario en el que me escucha mucha gente. Igual la tele es lo que más me gustó siempre. Pico: Yo ya tenía a comienzos de 2016 que iba a jugar solo un año más. Era un año importante por los Juegos Olímpicos y la Copa Davis. Quería sentirme jugador de tenis nuevamente tras una lesión larga que había tenido. En paralelo a eso tenía muchas ideas. Una era estar en los medios y se dio. No extraño para nada al tenis.
Al ser consultados sobre qué pasaría si Argentina se queda afuera del Mundial de Rusia, ambos conductores, el Pollo y Pico -amantes del fútbol y de la Selección-, contestaron al unísono: “No, no, no. Imposible”. Mónaco, además manifestó: “Me gusta que juegue de local en la cancha de Boca contra Perú. No lo veo como una posibilidad en mi cabeza. Sería catastrófico”.
Y el Pollo agregó: “Tenemos al mejor jugador del mundo. No puede quedarse afuera”. Y otra vez se encimaron al hablar: “No va a pasar. No va a pasar”.
Por otra parte, el tandilense habló de su saludo a su amigo Rafa Nadal luego de que éste ganar el US Open hace diez días, al revelar: “Le escribí a Rafa el día que salió campeón para felicitarlo. Pero le escriben muchísimo a él. Tiene amigos en todo el mundo. Y le dije que después hablábamos tranquilos porque seguro iba a estar a full. Me contestó. Puso ‘gracias Piquito bancame y después hablamos’. Somos muy amigos, hasta nos hemos ido de vacaciones juntos”.
Pico y el Pollo contaron qué sucedió con sus respectivos viajes cuando ellos egresaron de la escuela secundaria.
Mónaco aclaró: “Yo no tuve viaje de egresados porque me fui a vivir a España. Mi curso se fue a Brasil, pero yo no pude ir”.
Por su parte, el ex conductor de Combate recordó: “Cuando fue mi viaje de egresados yo no tenía plata para ir. Faltando un día para que se fueran, mi hermano me dijo que no me lo podía perder, que era lo mejor que podría pasarme en la vida. ¿Qué hicimos? Salimos con mi familia a hacer una colecta por el barrio y a la casa de familiares. No fui con el curso, sino que viaje en paralelo, pero al menos tuve mi viaje. Me tomé tres micros y cuando llegué al hotel en Bariloche. No me dejaron quedarme con la plata que tenía, entonces mis compañeros del Nicolás Copérnico de Villa Adelina me acompañaron a un hostel que estaba a cinco cuadras. Pagaba 3 pesos la noche y dormía como con veinte personas, ja ja. Comía galletitas con atún, más las frutas que me traían mis compañeros después de sus comidas en el hotel. Me alcanzó para pagar el paquete de las excursiones, pero no el de los boliches. Una sola vez fui a bailar porque me invitaron entre mis compañeros”.
Ahí, mientras se reía, Pico interrumpió y expresó: “¡Por eso aprovecha ahora! Ahora entiendo todo. Esto se lo tengo que contar a (Mariano) Zabaleta. Por eso el tipo hoy sale jueves, viernes y sábados. ja ja ja”. Y agregó: “Entonces ahora vas a explicarles a los participantes del programa el valor que tiene cada moneda, imagino”.
Dos nombres con “J”, Juan y Joaquín; dos apodos con “P”, Pico y el Pollo. Así los reconoce la audiencia a los conductores de Por una moneda.
Pero, ¿de dónde vienen esos apodos? “El mío -comentó Mónaco- es por mi viejo, el verdadero Pico. Mi viejo nació en Mendoza porque mi abuelo, que era médico militar de la Base de Tandil, había sido trasladado. Papá nació siendo sietemesino y estuvo en una incubadora. Los amigos lo iban a ver y cuando se asomaban a verlo a mi viejo, la enfermera les señalaba al del ‘piquito’ porque él tenía el cañito de la sonda por la que se alimentaba. Entonces le quedó Piquito y después fue Pico. Cuando yo nací fui Piquito. Pico es mi viejo. Si llaman a casa y piden por Pico, nadie me avisa a mí, sino a él”.
En tanto, que el Pollo explicó: “Yo siempre estaba con mi hermano más grande y sus amigos. Uno de ellos me empezó a decir Pollo porque era el más chico de la barra. Me mandaban a comprar y a encarar chicas cuando todavía tenía 6 años”.