Olga Garaventa de Sánchez, esposa del ídolo Sandro, fallecido el 4 de enero de 2010, envió una carta a los medios “para solicitarles respeto y comprensión para su memoria, y para decirles que quiero llorar el recuerdo de sus últimos días a solas y en paz”.
En el texto, Olga contó que “el que termina ha sido un año durísimo para mí. No sólo por la ausencia del ser que más amé y amaré en lo que me resta de vida, sino porque no he logrado estar a solas con la paz que mi corazón necesita”.
Las palabras de quien fuera la mujer del astro fallecido a los 64 años, tras sucesivos problemas pulmonares de un fumador compulsivo y enfermo crónico por décadas, parecieron dirigidas a enfrentar los rumores acerca de una nueva relación afectiva.
“En este año he atravesado, en medio de mi dolor, situaciones inesperadas que me han enfrentado a lo peor de mis semejantes”, redactó Olga.
“El peor año de mi vida”
“Sin embargo, no es de eso por lo que quiero comunicarme con ustedes, lo hago para solicitarles respeto y comprensión para su memoria y para decirles que quiero llorar el recuerdo de sus últimos días a solas y en paz. Creo que ambos nos lo merecemos”, afirmó en su carta.
Más adelante, la mujer del músico que desde 1963 publicó 53 álbumes con los que vendió más de 8.000.000 de unidades, apeló a un mensaje conciliador: “Que Dios los bendiga, que encuentren la dicha que aguardan en el nuevo año. Sé que es lo que querría Roberto para todos”.
“Creo que ambos nos lo merecemos (el respeto y la comprensión)”, afirmó la viuda de Sánchez en la carta enviada a medios de prensa.
“Dios los bendiga, que encuentren la dicha que aguardan en el nuevo año. Sé que es lo que querría Roberto para todos, muchas gracias”, sostuvo.
La misiva está encabezada con la frase “a todos los que quisieron y respetaron a mi esposo”, y agrega: “A pocos días del 1er. aniversario de la desaparición física de mi esposo Roberto Sánchez, me dirijo a todos los que lo amaron, comprendieron, y fundamentalmente respetaron”.
Aquel anochecer de enero
Sandro falleció a las 20.40 del 4 de enero de 2010 tras 45 días de internación desde que recibió un doble trasplante de corazón y pulmones, el último intento que realizaron los médicos para preservar su vida.
La muerte se produjo a causa de un shock séptico que provocó complicaciones mientras era atendido en el Hospital Italiano de Mendoza, donde estuvo alojado desde el 20 de noviembre de 2009.
El cantante había afrontado un progresivo deterioro en su salud, cuadro que comenzó a fines de los 90 por un enfisema pulmonar debido a su adicción al tabaco.
Los restos de Sandro fueron velados en el Congreso Nacional y su tumba está ubicada en el sector Flores del Cementerio Privado Glorias de Burzaco, donde es visitado por sus seguidores.
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