El próximo 8 de enero se estrenará en todos los cines de Argentina "Papeles en el Viento", la última película de Pablo Echarri. Junto a él actúan Diego Peretti, Pablo Rago y Diego Torres y es una historia basada en el libro escrito por Eduardo Sacheri. Echarri dio un móvil para Intrusos en la presentación oficial del film y, por supuesto, el tema político fue uno de los que se instaló en la charla.
Echarri es uno de los pocos actores que nunca silenció su apoyo a este gobierno y a la hora de pensar lo que le tocó pasar desde su apertura pública, el actor comentó: "Siempre tiene consecuencias cuando uno expresa su pensamiento, se me han alejado compañeros. Tal vez no me di cuenta porque no me lo expresaron, pero pasó. Entiendo que hay gente que opina distinto a mí que ya no le caigo simpático. A mis amigos de siempre los tengo, pero alguno que antes me veían simpático ahora no tanto".
Entre las consecuencias que suelen sufrir aquellas personas que trabajan de la actuación a la hora de mostrar su ideología está la de las puertas que se cierran. En ese sentido, el actor lo tiene más que claro: "Mostrar tu ideología tiene consecuencias y no sólo con compañeros, creo que hay gente que no me llamará más para trabajar por haber cristalizado mi pensamiento. Ojo, creo que está bien eso. Cuando comencé a trabajar en esto buscaba que todos me quieran. A medida que fue pasando el tiempo me di cuenta que era mucho más interesante para mí expresarme y que me quisiera quien realmente quisiera quererme. No entrar en esa necesidad de gustarle a todo el mundo es fantástico". Un ejercicio que le sirvió para comenzar a recorrer un camino sin mochilas en el que aclaró: "Hoy siento que hay mucha gente que me sacó de su mundo, pero hay otra que me incorporó. Eso es más genuino y más atractivo y me representa más".
A la hora de las críticas que recibió por mostrarse en actos políticos y blanquear su pensamiento, la mayoría apuntaban a un supuesto beneficio económico. Echarri también se refirió a eso: "Los beneficios de los que la gente cree que tengo, esos beneficios que algunos dicen que generé, es un análisis demasiado liviano y con intención de ensuciar. El beneficio que me trajo es ideológico. Yo defiendo una idea política que busca incluir a la mayoría o la totalidad de la población. La conveniencia pasa defender la apertura de un espacio para todos aquellos que quieren plasmar una idea pero que en otro momento no encontraban el medio. ¡Cómo no voy a defender eso!", contó.
Uno de los que más lo castigó fue Jorge Lanata, con quien mantiene un severo enfrentamiento, pero para Echarri eso no es algo que lo preocupe y hasta lo trata con ironía: "El informe de Lanata carece de rigor periodístico, como tantos otros que hizo, pero no me molesta tanto de Lanata sobre todo porque alguna vez hizo una película con subsidios del estado, pero hoy parece que se olvidó", dijo.
Lo que sí le molestó fue la crítica de Fabián Gianola, quien había dicho que la productora de Echarri creció por los favores del gobierno. "Sí me molestó de algún compañero diga que mi productora creció al calor de los subsidios del gobierno. Eso me dolió porque él sabe como son las cosas y por el sólo hecho de pegar se sube a una idea falsa. Lo que dijo Fabián Gianola sí me dolió, sobre todo porque yo lo apreciaba, pero después de decir esas palabras realmente me enojó. Nosotros no éramos amigos, pero teníamos una muy buena relación. Cada vez que lo veía nos abrazábamos, me tiraba buena onda y cuando escuché eso me dolió", tiró.
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