Se casaron, fueron felices y comieron perdices parecen decir Floppy Tesouro y Rodrigo Fernández Prieto, quien ayer al mediodía contrajeron enlace en el registro civil porteño de la calle Uruguay: “La clave de nuestro amor es ser uno mismo siempre”, dijo la modelo, a partir de ahora la señora del empresario con quien sellaron su amor. Esta historia de amor entre Floppy y Fernández Prieto sumó un capítulo ¡estelar! con la boda por civil. La modelo y el empresario están en pareja hace dos años, tiempo en el que se convirtieron en papás de Moorea (1). Con la libreta roja en la mano y restos de arroz en sus cuerpos, los recién casados hablaron con Intrusos. Feliz por su decisión, Fernández Prieto le confesó a Marina Calabró cómo fue que le pidió a Floppy que sea su mujer ante la ley. “Le hice la promesa de que iba a ser princesa, creo que fue la noche que concebimos a Moorea. Fue en Punta del Este... y cuando fuimos a comer a La Huella, me arrodillé y le pedí matrimonio”. Sobre el particular look con gafas de ambos, Floppy explicó: “Hubo mucha lágrima, por eso pedimos los lentes. El diseño de mi vestido es de corte tipo muñequita, de Claudia Arce”. Y se explayó sobre la trascendental decisión: “Somos los mismos de siempre, enamorados y casados. La clave es ser uno mismo siempre y que el otro te acepte como sos. Este es el broche de oro de nuestra historia”.