El entrenador de River se refirió con fastidio a la abrupta salida de Cavenaghi e insistió en que los motivos son futbolísticos. "El club es más grande que uno o dos apellidos", tiró. Además calificó como "intransferible" a Funes Mori.
Matías Almeyda está en boca de todos en River. Ya no por haber logrado el ascenso, sino por la intempestiva salida de Fernando Cavenaghi, a quien excluyó de sus planes para la temporada del retorno a Primera.
"Cada decisión que toma Almeyda, siempre dicen que es previa de Passarella y no es así. La decisión la tomé yo", vocideró el técnico, visiblemente fastidiado, en diálogo con el programa 90 Minutos, emitido por la señal Fox Sports.
"River es más grande que uno, dos o tres apellidos, y estoy seguro de mis convicciones. Tendré que soportar todo lo que se dice", subrayó.
El "Pelado" aseguró que los rumores sobre el responsable de la salida de Cavenaghi y Alejandro Domínguez se vinculan con "una pelea entre el representante de los jugadores (Néstor Sívori) y Passarella", y que entonces "se confuden las cosas".
"La decisión es mía. Necesito otro tipo de jugadores, con otras características. Quiero un juego más rápido, más agresivo. Estoy planificando el próximo equipo y son decisiones que uno toma, pero tampoco puedo andar explicando por qué no sigue cada jugador ", puntualizó.
Sin embargo, enseguida hizo autocrítica. "Fue desprolijo cómo se comunicó, pero los jugadores están de vacaciones", dijo Almeyda, quien calificó a Rogelio Funes Mori como "intransferible", aunque aclaró: "Si viene un equipo y paga 50 millones de dólares lo van a vender".