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El atacante procedente de Estudiantes de La Plata se hizo este miércoles la revisión médica en la clínica Rossi, mientras que el Coco debe volver al país por motivos personales y podría jugar seis meses en el Millonario
Pese a haber pasado buena parte del receso abocado a la novela de Walter Montoya, River no logró su objetivo de contratar al mediocampista chaqueño que pretendía Marcelo Gallardo. Sin embargo, las novedades empezaron a llegar para el Muñeco en el mercado de pases.
En las últimas horas, se hizo oficial el arribo de la primera incorporación en este 2017 para el Millonario: Carlos Auzqui. El delantero de 25 años llega a Núñez desde Estudiantes de La Plata, que a su vez extiende el préstamo de Augusto Solari como parte de la operación.
Este miércoles por la mañana, el futbolista pasó por el Centro de Diagnóstico Rossi, donde se hizo la revisión médica previa a la firma de su contrato, para luego sumarse a los trabajos junto a sus nuevos compañeros.
Sin embargo, la posibilidad de otro refuerzo de jerarquía sacudió al mundo River. Se trata de Erik Lamela, un jugador surgido en el club que dejó un gran recuerdo por su rendimiento, pese a haber formado parte del plantel que en 2011 descendió a la Primera B Nacional.
El volante ofensivo del Tottenham y la Selección Argentina, según trascendió, necesita volver al país por motivos personales y no vería con malos ojos la chance de ponerse nuevamente la camiseta con la que se formó como profesional.
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Hace más de tres meses que no juega. Se mudó a Roma para recuperarse de una lesión y, con la autorización de Mauricio Pochettino, todavía no volvió a Londres. Un problema personal afecta su estado de ánimo.
Cabe destacar que el Coco viene de una prolongada inactividad en el fútbol inglés, donde no juega desde hace más de tres meses por una lesión en la cadera, que podría demandarle un tiempo más de recuperación.
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