La asunción de Blanco a la presidencia fue traumática. Gastón Cogorno y Rodolfo Molina, presidente y vicepresidente de Racing, dejaron al club sin autoridades. Y él, tercero en discordia, llegó al poder: "Veía que el club no funcionaba. En ese momento eramos siete directivos. Las claves fueron trabajar, dejar egos personales, y trabajar. Y hasta acá llegamos", afirmó.
Además, dijo que su mandato "seguirá en la misma línea que hasta ahora". Y se animó a apostar fuerte: "Que los hinchas pidan la Libertadores. Ojalá se nos dé".
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