En el marco de un encuentro apenas discreto, con escasas emociones
frente a los arcos, el `Granate` hizo su propio negocio porque sacó un
punto más de ventaja en lo más alto (18), quedando por encima de la
línea de los escoltas
Newell`s (perdió ante Colón de Santa Fe) y
River
Plate (le ganó a Racing en Avellaneda).
Boca, por su lado, con la cabeza puesta en la
Copa Libertadores, reúne
una racha por demás insólita en el certamen local: lleva
7 encuentros
sin ganar (5 empates, 2 derrotas).
El partido estuvo suspendido en dos ocasiones por una
baja de tensión en
el sistema lumínico de la Bombonera en el primer período. Pero en ambas
oportunidades, el juego se reanudó rápido y concluyó, más tarde,
sin
mayores inconvenientes.
Lo cierto es que las luces faltaron también, dentro del campo de juego.
Porque Lanús se sintió cómodo con la posibilidad de rescatar un punto y
porque al `Xeneize` le costó encontrar precisión y contundencia en los
metros finales, un
déficit que ha exhibido en lo que va del certamen.
Por lo pronto, el conjunto de la
Ribera dio una imagen diferente a la
mostrada en buena parte del semestre, a punto tal que esta noche se
erigió en un equipo sólido, compacto y sin fisuras defensivas. Inclusive
ante un rival de la talla del `Granate`.
Pero Boca ejecutó solamente una parte del plan (el defensivo) y luego
penó con la generación de juego, más allá de que
Román Riquelme mostró
movilidad en el arranque y de sus pies salieron las mejores jugadas.
En el segmento inaugural, Boca tuvo dos oportunidades claras. La
primera, con un remate de Riquelme que se fue apenas desviado y la
segunda, más nítida aún, tras una salida en falso de
Diego González que
le permitió a Palacios robarle la pelota y pasársela a Blandi, que
remató a la carrera e hizo rebotar el disparo en el poste izquierdo de
Marchesín.
Lanús, en esos 45m. iniciales, dependió de lo que, por izquierda,
pudiera generar el tándem
Velázquez-Regueiro, tratando de desbordar al
uruguayo Emiliano Albín. Sin embargo, al conjunto del mellizo Guillermo
Barros Schelotto se le hizo difícil poner mucha cantidad de hombres en
terreno adversario y casi que no inquietó a Agustín Orión.
En la segunda mitad cambió un poco el panorama, porque el `Granate` se
adelantó en el terreno e hizo circular mejor el balón. Pero, a
diferencia de otros partidos, al visitante le
faltó profundidad.
El nivel de juego decreció y las posibilidades frente a ambas vallas
disminuyeron. Boca, con un buen rendimiento del juvenil
Federico Bravo,
tuvo una en los pies del ingresado
Sánchez Miño (que atajó Marchesín) y
Lanús respondió con un disparo de Regueiro que controló bien el
guardavallas local.
Así los minutos transcurrieron, el empate
se selló y la igualdad quedó instalada como un resultado lógico.