Con algo de susto, Racing se impuso por penales a Atlanta y jugará con el Ciclón

De entrada, el Racing alternativo que planteó Cocca, con ausencias insoslayables en la formación inicial, no logró plantarse con autoridad en la cancha y en el juego, porque debido a la falta de conexión entre sus líneas, le dio la posibilidad a Atlanta de pelear de igual a igual, a tal punto que las mejores acciones del primer tiempo fueron para el Bohemio, que le hizo pasar varios sustos a Sebastián Saja.

El problema de Racing siempre se concentró en su incertidumbre para manejar el balón, porque los movimientos de Aued y Acevedo no pudieron disimular la ausencia de un enganche, y entonces Pavone y Noir quedaron aislados, mirando el partido de lejos. En ese contexto, la primera llegada fue para Atlanta, porque de un tiro libre que se generó por una mano de Pillud, Mancinelli intentó sorprender al Saja con un tiro al paro del arquero, pero el Chino exhibió que sus reflejos están intactos, para rechazar a un costado. Y un rato después, la Academia contestó con una jugada de pelota parada, aunque esta vez, dos cabezazos (de Lollo y Noir) no derivaron en un gol, porque Aurrecochea la tiró por arriba del travesaño.

La expulsión de Marcos Acuña, por dos faltas infantiles, profundizó las dudas de Racing, y en el final del primer capítulo, Saja le puso el pecho a las balas, al ganar un mano a mano con Mancinelli, que había aprovechado un rebote en un defensor rival, para tener una situación de peligro.

En el complemento, pese a arrancar con uno menos, por la ausencia de Acuña, Racing mostró una mejor actitud, se paró unos metros más adelante, pretendió defender con la pelota y a los seis minutos tuvo su premio, en un rápido contraataque. Porque se escapó Ricardo Noir y asistió a Mariano Pavone (parecía estar en posición adelantada), quien giró y definió con firmeza ante el arquero de Atlanta. Encima, unos minutos después, Cortizo acumuló dos faltas seguidas, y también se ganó la roja, para equilibrar las acciones, aunque no fortaleció anímicamente a los de Cocca, todo lo contrario, lo relajó, y entonces el Bohemio lo sorprendió, llegó el penal por la mano de Cabral, y la tranquilidad de Galeano llevó la definición de la serie a los doce pasos.