A segundos estuvo Tigre de conseguir un triunfo en su regreso a la Primera División. Lucas Blondel le daba los tres puntos con un golazo desde afuera del área. Sin embargo, al tercer minuto de adición apareció Gianluca Ferrari y Godoy Cruz rescató una igualdad por 1-1 en el arranque de la Zona B de la Copa de la Liga Profesional.
El Matador jugó con la madurez de un equipo de la máxima categoría del fútbol argentino, se defendió cuando peor la pasó y administró la ventaja durante la mayor parte del encuentro. Pero no pudo aguantar hasta el final y, en un descuido a los 93 minutos, el Tomba salvó el partido.
Había comenzado con mayor peligro el conjunto Bodeguero, que después de algunos acercamientos plasmó la primera clara a los 11 minutos con un remate de Ezequiel Bullaude que rozó la red externa. Pero el que pegó fue el Matador, sacando a relucir su eficacia pura.
A los 35 minutos, el defensor tombino Guillermo Ortíz despejó de cabeza una pelota que quedó flotando en la media luna del área. Desde allí, el marcador de punta de Tigre apenas la dejó picar y desenfundó un misil de zurda que dejó inmóvil al arquero Juan Espínola. Impactante sacudida de las redes y partido 1-0 para los dirigidos por Diego Martínez.
Ya para el complemento y con una lluvia torrencial, el Tomba tuvo una inmejorable chance para emparejar las condiciones. El ingresado Matías Ramírez armó una estupenda jugada a pura gambeta, se sacó dos marcadores de encima y se perfiló hacia su derecha para colocarla al lado del palo. Sin embargo, Gonzalo Marinelli se estiró a más no poder y la manoteó para cuidar el resultado.
También tuvo lo propio el Matador para ampliar la diferencia. A los 21 minutos, Ijiel Protti recibió un centro, solo frente al arco, pero falló en el control y la defensa tombina llegó justo a interceptarlo. La visita administró los tiempos, se ordenó con los cambios y todo parecía encaminado por la expulsión a Elías López en tiempo cumplido.
Hasta que a los 93, el cuero cayó en el área de Marinelli, Badaloni la peinó y Ferrari, en dos tiempos y de espalda con el arco a centímetros, metió una media vuelta que le permitió al dueño de casa una igualdad agónica para desatar la euforia del público mendocino.