El futbolista Rosbin Ramos del Batanecos FC, de la tercera división de Guatemala, simuló el pasado domingo una agresión golpeándose a sí mismo en la cabeza con un pequeño objeto que fue arrojado previamente desde las tribunas y rodando luego en el suelo fingiendo un intenso dolor.
Luego de que el jugador diera varias vueltas en el piso fingiendo haber sido agredido, Ramos se dio cuenta de que su plan no funcionaría y no le quedó más remedio que levantarse y continuar jugando, mientras desde las gradas lo insultaban a más no poder.
El hecho sucedió durante un partido contra el Deportivo San Lorenzo en momentos en que el árbitro discutía con un grupo de jugadores con el juego detenido. La insólita actuación del futbolista, sin embargo, fue ignorada por los jueces y no le ayudó al equipo de Ramos, que terminó perdiendo 1-3.
Aún se espera de saber si el jugador numero 16 de Batanecos será sancionado por fingir la acción.