Cuando en el estadio Libertadores de América se preparaba todo para albergar el partido entre Independiente y Rosario Central, una noticia del ámbito judicial empezó a trascender y hacer impacto con mucha fuerza: la imputación contra Hugo Moyano y su hijo Pablo, presidente y vice del Rojo respectivamente, por asociación ilícita en la causa que se sigue en los Tribunales de Lomas de Zamora y en la que también está involucrado Pablo ‘Bebote’ Alvarez, el ex líder de la barra brava del club y detenido desde finales del año pasado.
Los tres habrían defraudado en millones de pesos al club de Avellaneda con un sistema de reventa de entradas que se habría puesto en práctica en los partidos ante Libertad de Paraguay y Flamengo, por la Copa Sudamericana que ganó el equipo.
Según trascendió de fuentes judiciales, la Unidad Fiscal de Investigaciones formuló ante Gabriel Vitale, juez de garantías de Lomas de Zamora, la imputación a Hugo Moyano y su hijo Pablo. Ahora el juez Vitale deberá decidir si los convoca a una declaración indagatoria y, partir de ahí, procesa a los imputados. Tanto Hugo como Pablo Moyano ya fueron notificados de las novedades en la causa.
La declaración de Bebote Alvarez como arrepentido, para mejorar su situación judicial, habría hecho impacto en las máximas autoridades de la institución, que ahora se ven imputados en la causa.
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