"La versión que salió es real. Fui a un pub y el presidente se enojó. Me equivoqué y me hice cargo. Les dije que hagan lo que quieran: una multa económica o deportiva. Al final me rescindieron el contrato. La cagué yo, pero nadie me va a hablar mal", confesó.
Todo empezó el viernes a la noche. Bueno fue a un bar, se fotografió con un travesti y se cruzó con varios hinchas de Sarmiento. Discutió con varios de ellos, que estaban molestos por ver a un jugador "de fiesta" a pocos días de jugar un partido importante: el equipo está en una situación complicada del descenso y necesita sumar de a tres.
"Le dije al presidente (de Sarmiento) que la culpa fue mía por una foto que publicaron de mi auto en un pub. En definitiva, fui a tomar una cerveza y 4.30 me fui. Pero no tuve problemas con nadie como se dijo. Le dije que hiciera lo que entendiera. Me vino a hablar mal y no me gustó. Yo respeto a todo el mundo. Le dije me quiero ir y se firmó", explicó, en declaraciones a Sport 890, de Uruguay.
El ex San Lorenzo había pensado en retirarse luego de este episodio, o en irse a jugar a Wanderers de Artigas, un pequeño club uruguayo. Pero al final se inclinó por la propuesta de Argentinos Juniors. "Está todo arreglado, sólo me quedan hacerme los estudios médicos correspondientes", contó.