Es la deuda pendiente de San Lorenzo. Es la figurita más difícil, la copa que falta en su vitrina, su obsesión. Los "Cuervos" están ante la gran chance de ganar la Copa Libertadores. El miércoles, desde las 19.45, enfrentarán a Bolivar, en la ida de la semifinal, e intentarán alcanzar algo que jamás pudieron conseguir: jugar la final. De tres veces que llegaron a semifinal, San Lorenzo siempre se quedó en esa instancia. Tal vez la vencida sea la cuarta...
Antes de la actual edición, la última participación de San Lorenzo en la Copa Libertadores fue en 2009. En esa ocasión, compartió el grupo con San Luis de México, Universitario de Perú y Libertad de Paraguay. No pasó la primera fase. Agustín Orión, "Papu" Gómez, Andrés Silvera y Gonzalo Bergessio eran los estandartes de ese equipo que dirigía Miguel Russo.
La que dirigió Russo fue un fracaso porque los de Boedo llegaron a esa Copa con aspiraciones altas debido a los buenos resultados que consiguieron en 2008. Con los aportes de Marcelo Tinelli, habían armado un equipo alrededor un gran jugador: Andrés D'Alessandro. Además, la experiencia de Ramón Díaz en el banco de suplentes. San Lorenzo arrancó bien. Pasó sin problemas el grupo que compartió con Cruzeiro, Real Potosí y Caracas. Superó a River, en aquel histórico partido donde lo eliminó con nueve jugadores en el "Monumental". Y cayó ante Liga de Quito, dirigido por entonces por su actual entrenador, Edgardo Bauza, por penales, después de que Agustín Orión hiciera "jueguitos" adentro del área y, así, generara el primer gol de los ecuatorianos. Justamente Liga terminó quedándose con la Libertadores.
Más atrás, en 1996, encabezados por Oscar Ruggeri y comandados por Héctor Veira, llegaron a la Copa con el histórico título de 1995 en su espalda. Biaggio, Silas, Passet, y Monserrat, entre otros, se metieron en cuartos de final. Se enfrentaron con River. Salieron dos partidos bárbaros: River ganó 2-1 en el "Nuevo Gasómetro" y empataron en el "Monumental", en la vuelta. Fueron los "Millonarios" levantaron el trofeo.
Pasaron 26 años de la última vez de San Lorenzo en semifinales. Hasta entonces, era costumbre: de tres participaciones, siempre habían llegado a meterse entre los últimos equipos. En 1988, también lo sacó Newell's. Gabriel Batistuta, quien convirtió en la vuelta, fue demasiado.
A la edición 2014 llegaron como campeones. Sortearon rivales difíciles: sacaron a Botafogo, Gremio y Cruzeiro, a estos dos últimos en Brasil. Ahora, la llave parece abrirse con Bolivar en semifinal y una hipotética final ante el ganador de Nacional de Paraguay y Defensor Sporting. Esta es, probablemente, una oportunidad histórica para San Lorenzo. La gran chance de que la obsesión, esa maldita obsesión, sea una realidad.