Enojado con la dirigencia de Guaraní de Paraguay, Rodolfo D'Onofrio avisó que "no habrá camaradería con ellos hasta que no pidan perdón". El problema surgió a partir de la sanción de doping. Los mandatarios del conjunto paraguayo presentaron un pedido en Conmebol para que saquen a River de la competición. El presidente millonario, entonces, dijo eso: nada de camaradería.
Anoche apareció el contraataque de los directivos paraguayos. Habitualmente, la noche previa a un partido de Copa Libertadores, los dirigentes de los dos equipos se juntan a comer. Son cenas protocolares en los que comparten su trabajo, se relajan, y fantasean con cómo será el choque. Esto, en Paraguay, no ocurrió. No hubo encuentro.
Por eso, Diego Benítez, gerente deportivo del Guaraní, publicó en su cuenta de Twitter una imagen con un mensaje que agrede a sus pares y a los hinchas del equipo de Núñez.
Luego, apareció una camiseta que hizo el club con la inscripción "0 descensos".