Cuando el 8 de agosto pasado se decidió la artroscopia en la rodilla izquierda por un síndrome meniscal la cuenta de lesiones llegó a ocho y Marcelo Larrondo tuvo que volver a parar. Dos meses y medio después, la situación empezó a revertirse considerablemente. Esta mañana en el predio de Ezeiza le dijeron que tenía el alta médica y que volvía a tocar la pelota.
Para Gallardo, esta vuelta es muy necesaria ya que Ignacio Scocco no tiene reemplazo y la continuidad de partidos y minutos no le ayudan al goleador, que debe descansar y recuperarse. Ahora Larrondo seguramente la semana que viene con algunas prácticas de fútbol podrá al menos ir al banco, sumar minutos en reserva con la idea de que Scocco no juegue todos los partidos y para que el DT no deba usar a Borré como centro delantero, una posición que no es la suya.
Larrondo fue parte de una entrada en calor exigente y luego se movió con normalidad en los trabajos en espacios reducidos y durante los ejercicios de definición. Gallardo lo alentaba y lo aplaudía. El ex Rosario Central hacía más de dos meses que no tocaba la pelota y su último partido fue ante Guaraní en la ida de los octavos de la Copa cuando ingresó en el segundo tiempo e ilusionó a todos con una buena actuación con gol incluido.
Pero luego, en la primera práctica de fútbol de la pretemporada en Orlando, se lastimó la rodilla –ya venía de una operación y una larga recuperación de la otra rodilla la derecha- y empezó de nuevo el calvario que esta mañana parece haber llegado al final. Desde su llegada a River sumó sólo 454 minutos, nunca completó 90 minutos, y tiene 14 juegos con sólo 4 de titular.
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