Sin eco en las reiterados intentos de los últimos cuatro años para que las sociedades anónimas ingresen al fútbol, las condiciones para que el juego online con resultados o instancias de los partidos –el sueño inconcluso de Julio Grondona-, están a un paso de ser reales.
El negocio multimillonario de las apuestas online, que no tenía en la Argentina viso legal, está a un paso del otorgamiento de licencias para aplicaciones móviles y plataformas web.
Existen 16 empresas interesadas en los seis rubros que se licenciarán: máquinas electrónicas de juegos de azar; Juegos de Casino; Apuestas sobre juegos virtuales –no los de quiniela-; apuestas hípicas y apuestas sobre eventos reales, deportivos y no deportivos. Este último, el que encuentra al fútbol de Superliga y AFA como una usina de resultados y alternativas que tendrán una equivalencia de pagos, según el acierto.
Se trata de un negocio estimado en $10.000 millones anuales y quien sea elegido por la Comisión Técnica Evaluadora para explotarlo durante 15 años, podrá pagar el canon en tres cuotas anuales consecutivas: las primeras dos de 24 millones y la última de 17.
Actualmente es posible apostar, pero en plataformas extranjeras y con restricciones cada vez mayores porque el movimiento es en dólares, euros o bitcoins.
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Tan tentador es el juego que, como en póker, las 16 sociedades interesadas pusieron 5,5 millones de pesos para conocer las condiciones de otorgamiento. Pagar para ver. En total, la Provincia embolsó 88 millones y cuando haya definido según el proceso a que empresas otorgarán las licencias, lo publicará en el boletín oficial.
No se trata de un proceso de licitación con fecha de cierre para una compulsa final a sobre cerrado, sino una puja con puntaje sobre una serie de requisitos sometidos a evaluación en diferentes áreas.
Los premios a repartir entre los usuarios ganadores, no podrá superar el 15 por ciento de la utilidad bruta anual. Es decir, de esos 10.000 millones, 1.500 millones serán premios. El resto, ganancia, una vez restados los impuestos provinciales y los derechos de explotación para la AFA y Superliga, en el caso de quienes se dediquen al fútbol.
De los tres objetivos que el Gobierno saliente se había propuesto para el espectro del fútbol, el único que pudo ver cristalizado durante su periodo fue la cancelación sin resarcimiento para el Estado del contrato de Fútbol Para Todos. Fracasó en su intento por permitir el ingreso de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), pero sentó las condiciones para regular el juego on-line y las apuestas deportivas: el viejo anhelo de Julio Grondona, que no le alcanzó la vida para acordar con un presidente que lo propiciara.