Millones. Los clubes argentinos no suelen gastarlos. No los tienen. A veces, por alguna venta extraordinaria, por tener algunos billetes verdes guardados, pueden hacer una inversión, darse un "gustito" y romper el mercado con alguna incorporación rutilante. Sin embargo, esto no suele suceder. Y menos los tiempos donde los clubes grandes dejaron de ser el trampolín para llegar a Europa. Hoy, inclusive desde la "B Nacional" es posible llegar a las ligas más importantes del planeta. Otro factor preponderante es que los equipos chicos y medianos no quieren reforzar a los grandes con sus figuras.
10) Federico Carrizo, de Rosario Central a Boca en 2014: 2.8 millones de dólares por el 60%.
"Pachi" es una de las apuestas del conjunto de Carlos Bianchi. Volante por izquierda, zurdo, encarador, fue pieza clave en el "Canalla". Boca y River se lo disputaron. Por momentos pareció acercarse al conjunto de Núñez, pero finalmente los de la Ribera acordaron su incorporación.
9) Esteban Fuertes, de Independiente a Racing en 1997: 3 millones de dólares por el 100%El máximo goleador histórico de Colón fue una de las apuestas de Independiente a principios de la década del '90. El "Rojo" lo trajo de Sporting de Punta Alta. Lo tuvo en reserva y lo metió algunos encuentros en Primera, donde convirtió dos goles. Desde ahí, para moldearlo, lo prestó a clubes del ascenso: El Porvenir, Los Andes y Platense. En el Calamar, Fuertes se destapó: marcó 9 goles en 29 juegos. Eso despertó el interés de la "Academia", que gatilló 3 millones de la moneda estadounidense. En Racing anotó 8 tantos en 36 partidos. Duró un año: a finales del 97 se marchó al "Sabalero", donde empezó un amor eterno.
Goleador en Banfield, donde hizo 17 tantos en 64 encuentros, el "Jardinero" fue el elegido por Ramón Díaz para reemplazar a Hernán Crespo, vendido al Parma después de ganar la Copa Libertadores. Cruz sembró éxitos: gritó la misma cantidad de veces que en el conjunto del sur, pero en 29 partidos. Su impresionante promedio de gol lo catapultó a Europa: un año y medio después, Feyenoord lo compró por 4.750.000 millones de dólares limpios para River. Negoción. Después, para suplantarlo, llegó Marcelo Salas. Y el resto del cuento es cuento conocido.
"Pocho" Insúa fue una de las figuras del Independiente de Gallego. Hábil con la pelota, formó una sociedad extraordinaria con "Rolfi" Montenegro. El ex Huracán llegó a River. E Insúa fue el jugador que el "Rojo" retuvo. Hasta que llegó Boca con la plata. Mauricio Macri, presidente de la institución, armó un equipo soñado para tentar al "Coco" Basile. El enganche fue el gasto mayor. Funcionó: 14 tantos en 47 partidos. Y muchos títulos: dos torneos locales, una Copa Sudamericana y la Recopa. A mediados del 2006, Boca lo exportó al Borussia Monchengladbach.
5) Sebastián Rambert, de Boca a River en 1997: 3.6 millones de dólares por el 100%4) Walter Erviti, de Banfield a Boca en 2011: 4 millones de dólares por el 100%
Figura en Banfield, dueño de toda la ingeniería de juego que armó el equipo campeón en 2009, fue el único pedido caprichoso de Julio Falcioni cuando asumió el mando del conjunto boquense. Fueron negociaciones largas, la novela del verano '11: Banfield no quería largarlo, el volante no se presentó a los entrenamientos para meter presión y Boca estiró su oferta hasta que el número marcó cuatro millones de dólares. Erviti alternó buenas y malas: ganó un torneo local y la Copa Argentina. Finalmente, cansado de las internas del club, se exilió en México a principios del 2013.3) Marco Ruben, de Rosario Central a River en 2006: 4 millones de dólares por el 100%.
Marco Ruben forma parte de la transacción más importante entre dos clubes argentinos. Presididos por José María Aguilar, River desembolsó 8 millones de dólares para quedarse con los pases de Marco Ruben, Juan Ojeda y Cristian Villagra, todos de Rosario Central. Ruben, goleador "Canalla" fue la gran apuesta. Salió mal en lo futbolístico porque hizo siete goles en 28 partidos. Bárbaro en lo económico porque Villarreal abonó siete millones de dólares para llevárselo a España.
2) Marcelo Gómez, de Vélez a River en 1997: 4.5 millones de dólares por el 100%.
A Vélez nunca le gustó vender sus futbolistas en el mercado local. Por eso la negativa por Pratto. Pero en aquel momento la oferta movió la aguja. El "Negro" era el volante central del once campeón de América con Carlos Bianchi en el banco de suplentes. Elegante, metedor, parecía una apuesta segura. Sin embargo, apostar es eso: asumir un riesgo. River perdió: Gómez jugó mal, desilusionó a todo el público riverplatense y después de 52 juegos, lo dejó irse a Gimnasia de La Plata.