Aunque parezca mentira, y marche 12-1 arriba en las apuestas, el bonaerense Sergio Maravilla Martínez tendrá el compromiso más serio de su carrera esta noche, cuando enfrente en el ring del Boardwalk Hall de Atlantic City, New Jersey, al invicto inglés Darren Barker -campeón europeo-, por su título mundial mediano de diamante del CMB, en una pelea que se televisará en directo para nuestro país a partir de las 22:00 por TyC Sports (la de Maravilla comenzará alrededor de las 24).
El tema es que Barker, de 29 años y 23-0-0, 14 KO, es bastante más alto y grande, un mediano natural y fuerte, que si bien posee un boxeo clásico, ha vencido con suficiencia a buenos valores de su peso, especialmente en los últimos años, donde tiene rivales no de nombre, pero sí de nivel, y ganadores. Incluso ha incursionado varias veces como supermediano, con buenos resultados, todo lo contrario a Maravilla, quien proviene de welter.
El tema es que si el argentino -de 36 años- gana, Barker será uno más en su record de 47-2-2, 26 KO, que pide a gritos una figura de los kilates de Pacquiao o Mayweather. Mientras que si pierde, no solamente lo hará ante un poco conocido púgil, sino que con ello perderá además la chance del premio mayor por el libra por libra que tanto ansía y merece. Por contrapartida, de vencer Barker, ganaría en una sola pelea todo el trabajo que Maravilla viene juntando con sacrificio desde hace años, además de hacerse de un título honorífico, como el Eméritus y el de diamante, que teníamos entendido no se exponían, justamente por ser honoríficos. Lo lógico sería que si Maravilla pierde, le saquen tales honores, pero no que se los cuelguen a su vencedor, que corre en otra liga. De hecho, está 3° en el escalafón del organismo.
Hoy el inglés es lo que era Maravilla hace 7 u 8 años, por su hambre de gloria que redobla su peligrosidad. Y el argentino, siempre acostumbrado a ir de punto, esta vez irá de banca como contra Dzindziruk, quien no fue hueso fácil de roer hace unos meses.
Todo con el agravante de quedarse sin el pan y sin la torta, justo ahora que recogió el guante del filipino Manny Pacquiao de pelear en 68,500 kg -como propuso el oriental - y lo desafió para el año que viene.
Aún así, Martínez confía en sacar a Barker entre el 6° y 7°, yendo de menor a mayor.