El propio Cocca destacó la participación de Milito en esta etapa: "Es nuestro referente y capitán. Tenemos que aprovecharlo. Es un jugador fundamental. El equipo descansa en él. Volvió porque quiere a Racing", y más allá del cortocircuito del partido con Quilmes, cuando lo sacó de la cancha, sorprendiendo a propios y extraños, los dos parecen compenetrados en empujar la ilusión de la Academia hacia la puerta del campeonato.
El capitán albiceleste habló ayer en ESPN Radio y a corazón abierto entregó todas sus sensaciones por la victoria con River: "Es uno de los goles que más grite en mi vida. Ni vi en quién pegó ni cómo entró. Cuando ví que la pelota cruzó la línea, salí corriendo como loco a celebrarlo. Es que fue un gol importante, porque si pasaban los minutos la ansiedad nos iba jugar en contra. Lo que dije es lo que siento por Racing. Cuando me fui, siempre supe que iba a volver. Vivir esta situación es única. Mi hijo Leandro quedó afónico. Fue a la cancha. Es muy fanático. Lo vive de una manera muy especial por su edad", destacó. Y más tarde, el atacante, que está cuidándose en cada partido, pues arrastra cuatro amarilla, agregó "Disfruto de este hermoso momento. Es una enorme satisfacción vernos ahí arriba, pero todavía no hemos hecho nada. Quedan dos finales".
A la hora del análisis más frío de lo que fue el clásico con River, Milito contó: "Sabíamos lo que nos estábamos jugando. Era una final y la jugamos como tal. Nunca nos fijamos en que los rivales eran pibes. Pensamos en que teníamos a River enfrente. Además del rival, jugamos con ansiedad, la gran cantidad de gente en la cancha. Por eso, jugamos con la presión y pudimos manejarla. Es difícil opinar desde afuera. Gallardo sabrá por qué lo hizo. River hace bastante viene peleando dos campeonatos y sabemos lo difícil que es eso. Prefiero opinar porque no estoy en el día a día de River y sería injusto".
En relación a la recuperación futbolística de Racing, que lleva cuatro victorias en fila, el sobreviviente del título del 2001 mencionó: "Después del empate con Olimpo, nos juramos sacar los 18 puntos en juego, e ir partido a partido. De a poco fuimos ganando y ahora nos encontramos en esta situación de privilegio, pero lejos de festejar. Falta mucho, quedan dos fechas y tenemos que pensar pura y exclusivamente en Rosario Central". Aunque también destacó el paralelo con el torneo ganado con Merlo, porque "es imposible no acordarse del 2001. Llegar a la cancha, ver el estadio como está, se asemeja. Pero cada equipo tiene su impronta. Rescato el hambre que tiene este grupo. Ojalá podamos coronarlo con el título".