Garra y corazón. Quilmes sumó ante Boca Unidos el punto que necesitaba y aseguró su permanencia en la categoría, algo impensado hace poco menos de un mes. Aunque le empataron en el final y lo dejaron sin posibilidades de jugar el Reducido, el Cervecero terminó festejando en un año para el olvido. El conjunto correntino, con el 1 a 1, tiene una chance más, pero su situación es realmente muy compleja.
Sufrir fue el lema que acompañó a los dirigidos por Mario Sciacqua desde el arranque mismo de la temporada y, por supuesto, que ayer no fue la excepción. Si bien todo arrancó de la mejor manera, con esa gran definición de Felipe Cadenazzi, que tocó suave ante la salida de Hilario Navarro tras la habilitación de Jonatan Torres, la falta de contundencia hizo que, de a poco, todo empiece a complicarse.
Es que el dueño de casa se cansó de dilapidar situaciones ante la importancia de la formación de Carlos Mayor, que nunca pudo hacer pie y cometió errores propios de un equipo nervioso que se estaba yendo al descenso. Nicolás Castro una vez, Francisco Ilarregui otra y Cadenazzi por dos, no pudieron mandarla adentro y dejaron el resultado abierto al descenso.
En el complemento, las urgencias de los visitantes le dieron libertad y campo a los cerveceros, que de contra volvieron a generar situaciones que, de manera insólita, no pudieron hacer subir el marcador.
Y eso, ante sorpresa de propios y extraños, terminó siendo determinante. Porque a cinco minutos del final, Boca Unidos le sacó jugo a un tiro de esquina y se encontró, sin hacer reales méritos, con el empate.
Alan Pérez la peinó en el primer palo y Juan Larrea, en su afán de rechazar, la metió en contra de su arco para darle una vida más a su rival y dejar a Quilmes sin chances de Reducido.
No va más para Chirola. La jornada de ayer fue muy emotiva para el mundo Quilmes. No solo por haber evitado la categoría, sino porque Sebastián Romero, uno de los futbolistas más queridos de la institución, le puso fin a su carrera.
Pese a ser hincha reconocido de Gimnasia, club en el que se formó y debutó en 1996, la gente cervecera lo adoptó, al punto de haberlo convertido en uno de los máximos referentes del último tiempo.
Con 39 años, Chiro logró el ascenso con Quilmes en la temporada 2010/11 y en su trayectoria logró ser campeón mundial sub-20 con la camiseta de la Selección Argentina en Malasia.
Además, jugó en Betis (España), Toulouse (Francia), Córdoba (España), Racing, Panathinaikos (Grecia) y Banfield.
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