La situación generó la intervención de jugadores de ambos equipos, como el capitán Lucas Bernardi y Gabriel Heinze, de Newell`s, y de Sebastián Abreu y Alejandro Donatti, de Central, pero nadie entendía qué había pasado.
Según trascendió después del partido, un alcanzapelotas fue quien desató la ira del ex Boca al agredir verbalmente a una hija suya que padece síndrome de down.
"Lo de Caranta es un tema delicado. Cuando se tocan temas personales y difíciles del ser humano, excedemos los límites. Estaba desencajado. Lo dejo ahí, no quiero entrar en detalles, por suerte después se reacomodó en el partido", comentó Abreu después del partido.
Una de las teorías indica que la orden de la agresión pudo haber partido de algunos dirigentes o subcomisiones de la segunda línea de Newell's.
La polémica siguió en las redes sociales, donde el joven alcanzapelotas siguió con mensajes ofensivos y los usuarios lo "escracharon" y repudiaron su actitud.