Tevez apareció en cuentagotas, lo mismo Lodeiro, y entonces el balón viajó más por arriba que por abajo. Y precisamente de un envío largo del Cata Díaz, la pelota cayó en el área de Defensa e insólitamente el arquero Gabriel Arias salió con una violencia increíble propinándole un puñetazo en el rostro a Jonathan Calleri, en un claro penal, bien sancionado por Rapallini. La ejecución, a cargo de Tevez, no fue la adecuada, porque calzó la pelota muy abajo y su envío se fue por encima del ángulo derecho.
En el complemento todo cambió, al menos desde la intensidad, y aún más desde la apertura del marcador, que llegó por otro error calamitoso del arquero Arias, quien salió a rechazar un envío largo de Colazo, pero erró y le dejó servido el gol a Carlos Tevez, que de posición cerrada, con zurda, puso el 1 a 0.
Allí Boca equivocó el camino, porque le dejó la posesión a Defensa que empezó a manejar la pelota con criterio, sobre todo con el ingreso de Nicolás Bertocchi. Y fue precisamente éste quien aprovechó un buen centro rasante de Isnaldo para estampar el 1 a 1.
Recién allí Boca reaccionó, recuperó el control, y a la salida de un rechazo en el área de Defensa, agarró la pelota de aire Andrés Cubas y la clavó en el ángulo izquierdo de Arias para el 2 a 1.
Lo que quedó de partido fue decididamente para el xeneize, que pudo estirar la diferencia en dos oportunidades, a través de Tevez y Palacios. Sin embargo nada se modificó y el equipo de Arruabarrena se dio el gusto de meterse en las semifinales de la Copa Argentina.