Llegando a los 20 minutos del complemento, Matías Orihuela fue a buscar una pelota dentro del área y sufrió un golpe tremendo del defensor de Patronato Iván Furios que, en su afán de evitar que el futbolista de Quilmes convierta el gol del empate (lo hizo pero fue anulado por posición adelantada), le pegó un planchazo en el rostro que lo sacó del partido.
Inmediatamente, ingresó la ambulancia al campo de juego y se llevó al ex jugador de Morón hacia el Sanatorio Trinidad de la Ciudad de Buenos Aires, en la que el protagonista pasó la noche en observación.
En la cuenta oficial de Twitter, Quilmes, que cayó 1-0 ante el conjunto entrerriano, informó que “está consciente”, aclarando además que se le efectuará una tomografía para descartar cualquier tipo de lesión severa. Cabe destacar que el encuentro estuvo demorado por espacio de 11 minutos.