Parecía que Boca iba a terminar el primer tiempo contra Cruzeiro sin grandes sobresaltos, pero la jugada para el infarto sucedió a los '46. En un centro que llegó al área, y desconcertó a toda la defensa, Barcos encontró la pelota boyando y la convirtió en gol.
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Sin embargo, cuando parecía que el Xeneize iba a tener un segundo tiempo muy complicado, el árbitro Cunha no convalidó el tanto. ¿Los motivos? Dedé, cuándo no, levantó la pierna comprometiendo el físico del arquero Rossi.
Como no podía ser de otra manera, antes del entretiempo, los brasileros se acercaron al referí con un reclamo más que intenso.
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